Desde abril hasta diciembre, los nueve primeros meses del año fiscal japonés, la compañía registró una pérdida neta de 159.600 millones de yenes (1.775 millones de dólares), y pérdidas operativas de 182.300 millones de yenes (2.027 millones de dólares).
Sus ventas entre abril y diciembre fueron de 4,984 billones de yenes (55.453 millones de dólares), un 10,5% menos (6.502 millones de dólares) que en el mismo periodo de 2007.
Para el actual ejercicio fiscal, Toshiba revisó a la baja sus previsiones, y dijo que espera unas pérdidas netas y por operaciones consolidadas de 280.000 millones de yenes (3.116 millones de dólares), respectivamente.
Se tratará de la primera vez en siete años que la compañía presenta números rojos, debido a la crisis.
Toshiba revisó además a la baja sus pronósticos de venta y dijo que espera alcanzar los 6,7 billones de yenes (74.544 millones de dólares), frente a las ventas del año fiscal 2007, que alcanzaron el récord de 7,67 billones de yenes (85.312 millones de dólares).

