Sigue sin resolverse ninguno de los frentes abiertos, las dudas continúan y con ellas, la volatilidad. Seguimos a la espera de novedades en Libia y también desde Japón, y en lo que respecta a la periferia europea, el tercero de los frentes abiertos, mejor hacer mención especial.
 
En Portugal, se discute y se vota hoy el paquete de reformas que ha preparado el gobierno luso para agilizar la consolidación fiscal y que podría encontrar el no de la oposición.

En Irlanda, la curva de tipos continúa tensionándose ante la delicada situación de la banca y la ausencia de acuerdo entre Bruselas y gobierno para materializar la rebaja del tipo de interés del rescate a cambio de una subida del impuesto de sociedades

En las dos próximas jornadas, tendrá lugar el Consejo Europeo, en el que se espera se esclarezcan las incertidumbres en torno a la funcionalidad del EFSF y en referencia a cómo se logrará ampliar la capacidad de préstamo del EFSF hasta 440.000 millones de euros, ahora que Finlandia parece ser el principal escollo (ante el tirón de los anti-europeistas en las últimas encuestas y la cercanía de las elecciones en el país el próximo 17 abril).
 
Y por si todo lo anterior no fuese suficiente, en las últimas jornadas hemos contado con la reafirmación de los miembros del BCE, en la posibilidad de una subida de tipos en abril para frenar los riesgos inflacionistas provocados por el alza en los precios de las materias primas aunque ello suponga la asfixia total, al ya de por sí debilitado crecimiento de la periferia europea.
 
A la espera de que en las próximas jornadas conozcamos el impacto pueda tener todo lo anterior en los mercados, éstos consiguen dar continuidad a la reacción alcista iniciada el pasado jueves y que en la mayor parte de los índices permite alcanzar las zonas objetivo. Sin embargo, una vez más, el sectorial bancario se desmarca, avanzando a un menor ritmo y evidenciando debilidad.
 
Como pueden observar en el siguiente gráfico, tras el movimiento bajista iniciado el pasado 18 de febrero, llega la reacción alcista que a diferencia de los principales índices, queda alejada de los 209,31-210; la zona que se establecía a modo de objetivo para la reciente reacción alcista. Es por ello que, en la medida que el sectorial permanezca por debajo de la citada zona de referencia, calificamos la reacción alcista actual como débil, y por tanto, las probabilidades de que tenga lugar una reanudación bajista, son elevadas.