En un comunicado, la compañía irlandesa calificó de "nuevo e ineficiente" el pago de un impuesto medioambiental y aseguró que este recargo es menor que el aplicado por otras compañías en Europa.
El portavoz de Ryanair, Stephen McNamara, defendió que la aviación europea no debería incluirse en el régimen ETS, ya que el transporte aéreo representa menos de 2% de las emisiones de CO2 de la UE.