Cuando comparamos la evolución histórica de la rentabilidad de una cesta de bonos de países emergentes en divisa fuerte con otra cesta de bonos en divisa local, obtenemos que en un horizonte de inversión de largo plazo la rentabilidad obtenida por el segundo no compensa el riesgo asumido
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Para demostrarlo tomamos como referencia los índices de renta fija emergente que elabora JP Morgan (es el benchmark utilizado por todos los fondos de inversión que invierten en este tipo de activo). En el gráfico y en la tabla adjunta podemos ver la evolución histórica del índice EMBI (cesta de bonos de países emergentes en divisa dólar y con duración media de 7 años) y del índice GBI-EM (cesta de bonos de países emergentes en divisa local y con duración media de 7 años), así como sus principales parámetros de rentabilidad y volatilidad.
Evolución de índices de renta fija emergente (índice base 100 en enero de 2005; valoración en dólares)
Fuente: Elaboración a partir de datos de JP Morgan
Evolución de la rentabilidad y volatilidad de la renta fija emergente
Fuente: Elaboración a partir de datos de JP Morgan
La conclusión es clara: a largo plazo el binomio rentabilidad-riesgo de la renta fija emergente en divisa fuerte es más atractivo.
Partiendo de este sencillo análisis y de la base de que no tenemos capacidad para prever movimientos en los tipos de cambio, mi recomendación es comprar fondos de renta fija emergente que invierten en divisa fuerte. Si optamos por mantener algo de renta fija en divisa local, centraría la exposición a fondos que invierten en Asia debido al efecto “refugio” de estas divisas dentro del universo emergente en momentos de volatilidad en los mercados. Para terminar una buena alternativa de inversión: el fondo AXA Global Emerging Market Bond.
Evolución del fondo AXA Global Emerging Market Bond y comparativa con el índice EMBI Global
Fuente: Allfunds Bank