Creo que deben de bajar los tipos, pero debemos estar alerta para no inyectar una alegría artificial en la economía tratando de evitar medidas más incómodas y dolorosas que exigen una mayor precisión técnica, como son las medidas estructurales", sentenció.

Quintás, que calificó las ayudas de algunos gobiernos europeos como "caso extremo de riesgo de la propia economía de mercado y de todas las reglas de competencia", comparó la economía española con un "enfermo con un problema que exige una intervención quirúrgica seria en la que hay que esterilizar la sala para que no venga una infección de fuera, anestesiar al paciente y hacer la operación, aunque estructuralmente lo más importante es la propia operación".

"En España se ha esterilizado bien la sala, porque había un riesgo inminente de que nos contagiasen una crisis que nosotros hasta ahora no hemos padecido", y explicó que la anestesia son las medidas de choque que tratan que el paciente sufra lo menos posible, que, a su juicio, "no están mal en orientación", pero son "insuficientes".

Respecto al paquete de medidas anunciado ayer por el Ejecutivo, Quintás se mostró a favor de que se apunte a los ayuntamientos, "que con su morosidad extrema" son uno de los causantes de la quiebra de muchas empresas.

Fondo de liquidez

"De la operación no sabemos nada", recordó Quintás, quien apuntó que el problema tiene cierta analogía con el que se planteó con la transición con los Pactos de la Moncloa.

Respecto a la polémica sobre la escasa demanda en la primera subasta de activos, Quintás opinó que "se ha magnificado mucho" el resultado y recordó que "no es ningún tipo de inyección de ayuda que se necesitara dramáticamente y que al no ir (las entidades) revele que es un instrumento ineficaz", sino que es "una puerta más para garantizar que no se produce un estrangulamiento de liquidez en el sistema financiero español, al que recurrirán las entidades según lo vayan demandando sus necesidades".

Por otro lado, Quintás aseguró que el crecimiento del crédito entorno al 10% es una cifra "verdaderamente positiva", y reiteró que la morosidad podría alcanzar el 9% "en el peor de los casos", aunque subrayó que la fortaleza del sistema financiero "hace que sea impensable que haya cualquier mal acontecimiento en el sistema, incluso con tasas tan elevadas".