El oro vuelve al primer plano de forma inversamente proporcional a lo que ocurre con el dólar, que además de la inestabilidad que produce la pandemia y la incertidumbre ante el rebrote de casos y los resultados empresariales, del que se espera sea el peor trimestre del ejercicio, ha vuelto a mostrar una seria debilidad que ha aupado al metal precioso por encima de la cota que los expertos esperaban para finales de año.
Es lo que alegan algunos expertos, que van más allá de su valor refugio: consideran por ejemplo que la recuperación de los indicadores norteamericanos no tiene por qué ser incompatible con un avance del oro, como ha ocurrido en otras ocasiones. Sea como fuere lo cierto es que nos preguntamos que puede pasar a partir de ahora. 
Si tras romper esa barrera de los 2.000 dólares, que tanto le ha costado superar a modo de resistencia, se mantendrá o servirá de consolidación para digerir la subida del 25% en lo que va de año. Por ejemplo desde Goldman Sachs ve la expectativa del precio del oro por encima de los 2.300 dólares e incluso Swiss Asia Capital más lejos, por encima de los 2.800, aunque desde BNP Paribás consideran que lo primero será consolidar la situación.
Y es que hay expertos que creen que se tomará un respiro tras la subida fulgurante, aunque tampoco ven grandes resistencias a batir en lo que queda de ejercicio, máxime cuando el resto de activos no otorgan una rentabilidad tan segura como la que aporta este valor, a pesar de las voces que claman por un posible mal de altura para la moneda de último recurso, como le llama el banco de inversión norteamericano al oro, ante el apático billete verde.
Por tanto les preguntamos ¿Creen que el oro seguirá subiendo y batiendo nuevas cotas ante la incertidumbre que nos sigue dejando la pandemia? O por el contrario ¿Consideran que se tomará un respiro importante ante de acometer nuevos precios en el mercado?
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