Moody's justifica esta nota en que la confianza de los mercados es "cada vez más frágil" y el "riesgo de contagio" procedente de Grecia y España pueden afectarle. "El riesgo de la salida de Grecia del euro ha aumentado, el sistema bancario español va a experimentar mayores pérdidas crediticias de lo previsto y los desafíos propios de financiación de España son mayores de lo reconocido previamente", indica la nota.
"Es más probable que Italia experimente un nuevo aumento pronunciado de los costes de su financiación o la pérdida de acceso a los mercados que cuando realizamos nuestra calificación hace cinco meses", explica en un comunicado.
Por otra parte, la agencia dice que las perspectivas a corto plazo de la economía italiana "se ha deteriorado", como muestra un crecimiento más débil y un mayor desempleo, lo que "crea un riesgo de incumplir los objetivos de consolidación fiscal".
Moody's advierte que el incumplimiento de las metas fiscales, "podría debilitar aún más la confianza del mercado, aumentando el riesgo de una interrupción súbita en la financiación del mercado". No obstante, Moody's mantuvo calificación de corto plazo en "Prime-2".