Según la compañía, prueba de ello es que los empleados de la nuclear trabajan para detener la propagación de la contaminación para evitar que se produzca una fusión parcial del núcleo. Y es que los helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón rociaron ayer 30 toneladas métricas de agua en las piscinas utilizadas para enfriar las barras de combustible atómico usado. La compañía también está tratando de conectar un cable de alimentación a la planta, según informan desde la agencia Bloomberg.

Sin embargo, se ha producido un leve aumento de los niveles de radiación tras las operaciones de refrigeración en el reactor número 3. La radiación que se registra ha aumentado desde los 3.700 a los 4.000 microsieverts por hora. El límite máximo de radiactividad que un ser humano puede recibir de forma segura es de 1.000 microsieverts al año. Tras esta noticia, los servicios de emergencia han detenido temporalmente las operaciones de enfriamiento con agua del reactor 3, tal y como ha informado la cadena nipona NHK.

Tras conocer el aumento de niveles radiactivos, EE.UU, Reino Unido, Francia, Alemania y Australia aconsejaron a sus ciudadanos a abandonar la ciudad. Asimismo, como publican en Bloomberg, el jefe de las instalaciones nucleares de Tokyo Electric defendió la postura de la compañía. “Es justo decir que la fumigación fue lo más efectivo”, declaró Tsuyoshi Makigami.

El Gobierno japonés ha advertido de que Tokio podría sufrir un gran apagón hoy debido a la interrupción de las operaciones de la central Fukushima-1. Además, otro dato. Según las autoridades, en torno a 1,5 millones de hogares carecen de agua potable.