Las compañías del índice S&P 500 
ganarán un 18% más este año que en 2010, de acuerdo con la estimación media de más de 9000 analistas recopilada por Bloomberg. Sin embargo, unos beneficios mayores no han parado la caída del 6,8% en el índice desde el 29 de abril, empujando las valoraciones a su nivel más bajo en 26 años.

Incluso si las compañías publicaran que no hay crecimiento, el ratio precio-ingreso sería menor en un 96% de los días en las dos últimas décadas.

La combinación de un aumento de los tipos de interés en China, la preocupación por la deuda griega y el fin de los 600.000 millones de dólares de estímulo de la Reserva Federal han casi borrado las ganancias de este año.

La divergencia entre las previsiones de beneficios y los indicadores económicos muestran el desafía a los inversores después de que el S&P 500 ganara un 88% desde su nivel más bajo en 12 años en marzo de 2009.

"El mercado no está dispuesto a pagar por crecimiento futuro", ha dicho Nigel Holland, que ayuda a supervisar 516.000 millones de Legal & General Group Plc en Londres. "Siempre y cuando haya mejor información, se estabilizará” ha afirmado. “El mercado probablemente tiene espacio para subir un 10 % hasta finales de año” ha añadido.

El S&P 500 subió menos de un 0,1% hasta los 1.271,50 puntos la semana pasada, rompiendo su peor retroceso desde 2008, después de que los informes sobre las solicitudes de desempleo, las ventas de minoristas y la producción industrial en China superara las previsiones de los analistas.

A estas horas de la tarde, el S&P se apunta un 1,38% hasta los 1.295,95 puntos.