La Reserva Federal impidió que los índices sucumbieran a las pérdidas. Y es que el mensaje que aportó, intervenir en favor del crecimiento económico del país, dió algo de confianza a los inversores.

Esos datos del Departamento estadounidense de Comercio reflejan que en agosto la tasa anualizada de viviendas iniciadas en este país aumentó un 10,5%, para alcanzar el ritmo más alto desde abril y superar en 2,2 puntos porcentuales el de agosto de 2009.

No es de extrañar por ello que la deuda pública estadounidense continuara hoy con su imparable avance, de forma que la rentabilidad de los bonos a diez años -que evoluciona en sentido inverso al precio- cayera hasta el 2,57%.