La entidad asegura que la construcción residencial habría concluido prácticamente su ajuste en la primera mitad de 2009, mientras que el aumento del ahorro y la reducción de la inversión generarán por primera vez capacidad de financiación en el sector privado no financiero.

Además, cree que el "grueso" del ajuste ya ha tenido lugar, de forma que en los próximos trimestres el ritmo de descenso de la actividad irá cediendo, a pesar de que la tasa interanual será cada vez más negativa y alcanzará un máximo de caída del 4,1% en el tercer cuarto del 2009, tras el -3,6% que registrará entre abril y junio.

Aún así y a pesar de los riesgos económicos y financieros a la baja todavía presentes, la entidad financiera considera "previsible" que a partir del verano de 2010 la economía recupere una senda de crecimiento y se inicie una "lenta y moderada" recuperación tras los impulsos fiscales y monetarios, que permitirá volver a incrementos trimestrales de la actividad al inicio del año y a tasas interanuales positivas en el segundo semestre.

En concreto, en 2010, la actividad caerá sólo en tasa interanual en el primer trimestre de año (-1,3%) y registrará incrementos positivos en el resto de los trimestres: 0,1% en el segundo, 0,6% en el tercero y 1,7% en el cuarto.

Según Oliver, esto será posible gracias a los fuertes estímulos monetarios y fiscales implementados, así como a la rápida corrección de los desequilibrios acumulados en la fase expansiva previa. "Hemos ajustado con una rapidez y dureza espectacular", aseguró, tras considerar probable que en 2011 se recuperen tasas positivas también en la ocupación.

MEJORES CIFRAS EN 2010.

Así, en 2010 las caídas del consumo privado y de la inversión agregada serán más moderadas, con tasas del -0,9% y del -3,6%, respectivamente, mientras que el consumo público crecerá más que en 2009, hasta el 4,7%. Estas características permitirán reducir la aportación negativa de la demanda interna hasta 0,4 puntos, que además será compensada por la contribución positiva del sector exterior de 0,7 puntos.

Además, el consumo privado mostrará una evolución "mucho menos" negativa que en 2009, una vez que el ajuste al alza de la tasa de ahorro se modere, la confianza consolide la recuperación apuntada en meses recientes y la destrucción de empleo se detenga y se comiencen a crear puestos de trabajo. Además, también se moderará la corrección del desequilibrio ahorro-inversión de las sociedades no financieras, mientras que la inversión en bienes de equipo no será tan negativa.

Algo similar ocurrirá con los flujos de exportación e importación que, tras el desplome del comercio internacional de finales de 2008 y principios de 2009, ofrecerá en 2010 un perfil menos negativo, aunque aún lastrado por la atonía de la economía europea.

EL PARO LLEGARÁ AL 20,5% EN 2010.

En este contexto, Oliver consideró que la mayor parte de los ajustes de la construcción y del empleo también se concentrarán en 2009, de manera que se suavizará "radicalmente" la caída del empleo en 2010, hasta el 1%, desde el 6,4% del 2009. Aún así, la tasa de paro seguirá creciendo y alcanzará el 18,4% este año, cifra que se elevará al 20,5% en 2010, tras registrar su cota más alta en el tercer trimestre (21%).

En cuanto al déficit, Oliver repasó las previsiones de la Comisión Europea, pero consideró posible que ya en 2009 se supere la barrera del 10%. En este sentido, explicó que el fuerte incremento de la deuda pública, que superará el 50% en 2009 y el 60% en 2010 presionará sobre el gasto público, lo que hará necesario desarrollar medidas que eviten un mayor deterioro de las cuentas.

SUBIR LOS IMPUESTOS.

Así, apostó por elevar el tipo máximo del IRPF, subir el IVA en algunos tramos y reducir el Impuesto de Sociedades para incrementar la competitividad de la economía española, al tiempo que criticó que el debate social se centre en subir los impuestos sólo a las rentas más altas. "El ajuste tiene que ser general", explicó.

Sobre el contexto internacional, Oliver aseguró que existen ciertos "brotes verdes" que permiten empezar a visualizar la recuperación, pero advirtió del peligro de "lanzar campanas al vuelo" porque aún existen "problemas pendientes" que amenazan la recuperación mundial. "Queda mucho trabajo por hacer", aseguró, tras insistir en que existen "amenazas graves" que impiden garantizar que se retomará un crecimiento sostenible en el futuro.