Según José Antonio González, analista técnico de Estrategias de Inversión, Iberpapel “la recuperación que parte desde mínimos anuales es totalmente insuficiente, no logrando resolver al alza ninguna referencia técnica o resistencia de calado. En este sentido, la cotización registra un movimiento pullback a anteriores niveles de soporte, ahora convertidos en resistencia, que identificamos en torno a los 23,40 / 23,00 euros por acción, área desde la que vuelve a desarrollar un giro a la baja en favor de su incuestionable estructura decreciente primaria que parte desde los 37,50”.
“Por ello- añade el analista- el activo bajo estudio sigue bajo un claro dominio de la oferta o las ventas, siendo la perforación de los 17,60 un escenario que habilitaría a actualizar objetivos bajistas hasta los 15,20 euros por acción”.
Iberpapel en gráfico semanal con Rango de amplitud medio en porcentaje (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior)
Si atendemos a su gráfica de cotización observamos que el valor llegó a la zona de resistencia antes de los efectos devastadores del coronavirus que han llevado a Iberpapel a mínimos anuales de marzo, rozando el soporte para después remontar un 23,5% desde esos niveles. Y con más fuerza incluso en este mes de mayo, en el que recupera un 6% más de su valor, aunque todavía lejos de esos 26 euros marcados en el presente ejercicio.
Tras los máximos marcados en su cotización en verano de 2018, en este 2020 ha tocado mínimos que no registraba desde 2016. Así, en lo que va de año, el valor ha perdido algo más de un 12%, que en datos interanuales alcanza el 26%, con una pérdida de capitalización desde el cierre de 2019 de 36 millones de euros.
El Covid-19 está marcando la pauta de la papelera en este 2020. En el primer trimestre sus resultados logran un beneficio de 3,3 millones de euros, bajan un 39% afectados por la pandemia, que toca de lleno en el consumo de papel, cuyos precios habían estado en crisis desde 2018, por el elevado nivel de stock de pulpa, tal y como indica María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión que resalta el nivel de liquidez del grupo radicado en el País Vasco, mientras se mantiene neutral ante el valor a la espera de las perspectivas del grupo, demoradas por el confinamiento.
De momento iberpapel ante la situación, ha retrasado la puesta en marcha de las nuevas instalaciones de su planta de celulosa en Zikuñaga, en Hernani, en la que tiene previsto invertir 180 millones de euros. La razón, no poder continuar con los trabajos de montaje que demora hasta el tercer trimestre del año por la pandemia.
Sin embargo la compañía sigue adelante con el pago de dividendo previsto a cargo de los beneficios de 2019. Tras el pago en diciembre de 0,40 euros brutos por acción, el 9 de julio próximo hará efectivo los 0,15 euros brutos por acción previstos como remuneración al accionista del pasado ejercicio.
Según nuestros indicadores premium, La puntuación es muy baja, de 2 sobre 10 lo que aleja cualquier recomendación de entrada en el valor, aunque con algún ratio positivo: la tendencia a medio plazo que sigue siendo alcista. Si nos fijamos en el gráfico observamos que el indicador de color rojo en níngún caso supera la cotización del valor lo que no invita a comprar a la espera de que se despejen algunas de las incógnitas del valor en el futuro tras el efecto Covid-19.
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