Las acciones de Grifols suben un 2,78% a media mañana hasta alcanzar los 12 euros, poniéndose al frente del IBEX 35 y recomponiéndose de los retrocesos registrados ayer.
En lo que va de año la compañía de hemoderivados acumula ya una revalorización de un 11,4% que ha permitido a su capitalización bursátil escalar por encima de los 5.000 millones de euros. Recupera parte del terreno perdido tras un 2022 para olvidar, en el que los títulos acumularon una caída de un 36%.
Los analistas confían en que Grifols extienda en el largo plazo este rebote, con un potencial de revalorización a largo plazo que supera el 40%. Según datos recopilados por Reuters, la media de analistas otorgan una recomendación de ‘comprar’ al valor, con un precio objetivo de 17,03 euros que está un 42,6% por encima de su actual cotización.
Grifols, con una importante presencia en EEUU, se vio muy penalizada el año pasado por las subidas de tipos de la Fed, que encarecen sensiblemente su deuda. En ese sentido, la cifra de inflación que se publicará mañana en la mayor economía del mundo será la próxima piedra de toque para la compañía.
Las expectativas del mercado pasan por una moderación del IPC, hasta una tasa interanual de entre el 6,5% y el 6,7%, frente al 7,1% de noviembre. De confirmarse, estaría un poco más cerca el fon de las subidas de tipos de la Fed, mientras que una cifra mayor de la esperada podría dar un buen susto a los inversores.
Mientras, Grifols trabaja en la reducción de su endeudamiento Según publicó el pasado diciembre Cinco Días, la compañía podría acometer la venta de alguna filial–como el negocio en China o el área de diagnóstico–, con el objetivo de recabar unos 2.000 millones de euros.
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