Al año de que las bonificaciones fueron aprobadas, Goldman Sachs recibió 10.000 millones de dólares del Tesoro de Estados Unidos, se convirtió en banco y estaba tomando prestados hasta 35.400 millones al día de los programas de emergencia de la Reserva Federal.


Este año, la entidad pagó 550 millones de dólares para arreglar las acusaciones de fraude de los reguladores estadounidenses relacionadas con un título hipotecario que la compañía vendió en 2007.