Este proceso de integración se desarrolla desde que en septiembre de 2008 la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán cerrara la compra de Energy East por 3.222 millones, y a partir de hoy quedará plasmado en un cambio de imagen corporativa. Pese al cambio de marca, que fortalecerá la visibilidad de Iberdrola en Estados Unidos, la eléctrica española conservará los nombres de las filiales locales de Energy East para mantener la familiaridad con los clientes y su identidad tradicional.


Entre estas filiales figuran NYSEG, RG&E, Central Maine Power, Southern Connecticut Gas, Connecticut Natural Gas, Berkshire Gas, Maine Natural Gas, New Hampshire Gas y NYSEG Solutions and Energetix. Por otro lado, el regulador neoyorquino Public Service Commission (PSC) acaba de aprobar la 'hoja de ruta' para la venta por parte de Iberdrola de 161 megavatios (MW) de potencia fósil pertenecientes a Energy East.


Las fuentes de Iberdrola recuerdan que estas desinversiones forman parte de los compromisos asumidos por la eléctrica española para la adquisición del año pasado de Energy East. Además, indican que la compañía todavía no ha decidido "cómo ni cuándo" se realizarán las desinversiones.

CINCO ACTIVOS EN VENTA


En la resolución en la que aprueba el plan de desinversión, la PSC felicita a Iberdrola por las soluciones "factibles y justas" aportadas y enumera los activos que habrán de venderse, entre los que figuran las plantas 3 y 9 de la filial RG&E, de 18 MW cada una.

Las desinversiones afectan también al ciclo combinado de 62 MW de Allegany Station y a la planta de Russel Station, cuya planta de generación a partir de carbón ha sido recientemente desmantelada.

Además de estos activos, pertenecientes a la filial RG&E, Iberdrola también debe vender un ciclo combinado de 63 MW de la filial Cayuga Energy, dedicada a la comercialización eléctrica a nivel mayorista.

En la 'hoja de ruta', se precisa que Iberdrola ofrecerá estos cinco activos a un solo postor, pero también tomará en consideración acercamientos alternativos al comprador preferido. Los activos de generación se venderán en un proceso de subasta de dos fases y Iberdrola dispondrá de garantías suficientes para esperar un precio justo por los mismos, ya que si ninguna de las ofertas supera el valor contable de los bienes se suspenderá la puja.