En el tramo de bonos a 3 años
se han adjudicado 1.637 millones a un tipo marginal del 3,266%, frente al 3,774% de la anterior subasta de estas características. El nominal solicitado ha ascendido a 4.279 millones, superando en 2,6 veces lo colocado (vs. 1,8 veces en la anterior ocasión).
En bonos a 4 años ha vendido 1.464 millones, aunque el nominal solicitado ha ascendido a 3.740 millones, 2,6 veces lo ofertado (vs. 1,9 veces en septiembre). Se ha colocado a un tipo marginal del 3.999%, por debajo del anterior 4.694%.
En los bonos a más largo plazo, los de 10 años, ha adjudicado 1.513 millones, frente a los 2.843 solicitados. El tipo marginal de este tramo se ha ubicado en el 5.468%, ligeramente por debajo del anterior 5.70%. La demanda ha sido un 1,88% superior a la oferta, aunque en la última subasta de estas notas se elevó al 2,85%.
Si atendemos a los ratios de cobertura, cabe destacar que en los bonos a 3 años el interés comprador ha sido superior a la anterior subasta, mientras que en las notas a una década desciende. Esto es debido a que el mercado descuenta que España solicitará la asistencia del BCE que podría materializarse en compra de deuda a 2 y 3 años, mientras que los tramos más largos quedarían a la suerte del mercado.
Esta subasta, además, se ha celebrado en un contexto de mayor calma que la anterior, debido a que ayer Moody's confirmó su decisión de mantener el rating de España en Baa3 con prespectiva negativa, a un paso del 'bono basura'. La degradación de nuestra deuda en un escalón más habría hecho saltar todas las alarmas, pues muchos fondos de inversión no habrían podido acudir a esta subasta al tener prohibida la inversión en 'bonos basura'.