De esta manera, la tasa se situó en el 6,1% en los tres meses transcurridos hasta el final de noviembre, casi un punto más que el 5,2% correspondiente al año anterior y dando como resultado el mayor porcentaje desde abril de 1999.
Ante esta situación, los expertos temen que la cifra total de parados llegará en breve a los dos millones, puesto que la evolución de los demás indicadores refleja una tendencia incluso peor de la apuntada inicialmente y, de seguir este incremento paulatino, a los tres millones de desempleados en 2010.
La recesión sería la principal causante de este tope, que ya fue superado en períodos precedentes de crecimiento negativo prolongado experimentados por Reino Unido. Así, el número de despidos en los tres meses analizados alcanzó los 225.000, el máximo nivel desde que esta variable comenzó a medirse en 1995.
Por ello, el titular de Empleo, Tony McNulty, reconoció que las cifras son "muy decepcionantes" y admitió que la situación "empeoraría antes de mejorar", puesto que todavía no ha contabilizado las numerosas bajas registradas en compañías británicas en diciembre, a las que se han sumado las miles en recortes de plantilla anunciadas este mes, entre las que figuran bancos como Barclays, empresas automovilísticas y afectados por el cierre de negocios que ha conllevado la crisis de crédito.

