Al inicio de la audiencia, el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Barney Frank, les instó a que cooperen "de buena gana" y den señales a la opinión pública de que no sólo entienden la "ira" sino que "están dispuestos a hacer sacrificios para que esto funcione". Así, el principal ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein afirmó que jamás había visto "un abismo más grande entre la industria de servicios financieros y el público".
Blankfein reconoció la "enorme ira del público" por el colapso del sector financiero el año pasado y la continua percepción de la opinión pública, a veces "con justa razón", de que "Wall Street perdió de vista sus amplias obligaciones públicas". Asimismo, el ejecutivo dijo durante la audiencia que está comprometido con la corrección de "ciertas prácticas" y el restablecimiento de la "estabilidad y vitalidad" del sector financiero.
Por su parte, Kenneth Lewis, el ejecutivo de Bank of America, uno de los principales receptores de la ayuda federal, reconoció que los contribuyentes "quieren que manejemos nuestros gastos cuidadosamente y proveamos transparencia sobre cómo estamos utilizando su dinero para reactivar la economía". "Estas expectativas son adecuadas y estamos trabajando para responder a ellas", aseguró Lewis, al añadir, como ejemplo, que en 2008 él y otros ejecutivos de alto nivel pasaron de recibir bonificaciones y otros recibieron pagos reducidos en un promedio del 80%.
Mientras, el principal ejecutivo de Morgan Stanley, John Mack, dijo que la crisis de liquidez de Wall Street ha dejado en claro la urgencia de "un cambio profundo" en el sistema. Su empresa en particular, señaló, ha incrementado la transparencia, modificado la estructura de cómo distribuye las compensaciones, y en general ha disminuido el riesgo. Sin embargo, Mack reconoció que aún queda mucho camino por andar para reconquistar la confianza del público, de los inversionistas y de las autoridades. Tras la ayuda extendida por el Gobierno federal, la meta sigue siendo "pagarle por completo a los contribuyentes en cuanto sea posible".
En ese mismo sentido, Jamie Dimon, de JPMorgan Chase, dijo que apoya una propuesta para la creación de un agente que supervise a los mercados financieros estadounidenses, poniendo especial atención en los riesgos al sistema. Según Dimon, esa estrecha supervisión contribuiría a responder a algunas de las "debilidades" del sistema y a "cerrar las brechas" en el sistema regulatorio que dieron pie a la situación actual.
El republicano de mayor rango en el Comité, Spencer Bachus, dijo a los banqueros que todos tienen que poner de su parte para "recuperar la confianza" de la opinión pública

