El dólar se debilitaba el lunes por la mañana frente al euro, pese a la preocupación expresada frente a la moneda por las autoridades a nivel mundial y a un informe que mostró un sorpresivo incremento mensual en las ventas minoristas de Estados Unidos. Los mercados de divisas parecían ignorar el amplio interés expresado el viernes por los ministros de finanzas y funcionarios de bancos centrales del Grupo de los Siete ante la debilidad del dólar. La moneda estadounidense recibió soporte en un principio de la advertencia del G7 de que la excesiva volatilidad y las fluctuaciones desordenadas en los mercados de divisas "no son deseables para el crecimiento económico". Fue la primera vez desde 2003 que el G7 introducía cambios sustanciales en su comunicado y esto provocó un temor inmediato a que hubiera una intervención en el mercado para poner fin a la caída del dólar, sobre todo frente al euro. El lunes por la mañana en Nueva York,
el euro se negociaba en US$1,5841 frente a los US$1,5826 del viernes por la tarde, mientras que el dólar cambiaba de manos a Y100,85 en relación con los Y100,87.