Para empezar, el representante Ron Paul de Texas, que ha propuesto abolir la Fed, encabezará la comisión que la supervisa. El representante Darrell Issa de California, que estará al frente de la comisión de supervisión y reforma gubernamental de la Cámara de Representantes, ha dicho que quiere que el Banco Central rinda más cuentas al público.


Los republicanos están ganando poder sobre la Fed
meses antes de que los estrategas empiecen a estudiar si expanden un programa de compra de activos de 600.000 millone de d'olares para impulsar la economía, programa que ha recibido las peores críticas entre los políticos en 30 años.

“Claramente no son inmunes a la política”, dijo el ex director de investigación de la Fed de Atlanta Robert Eisenbeis, que ahora es economista monetario jefe de Cumberland Advisors Inc. en Sarasota, Florida. La presión política dificultará bastante a la Fed ampliar la relajación.

Legisladores republicanos han propuesto retirar a la Fed el mandato de lograr máximo empleo, a fin de que sólo se centre en la inflación. Issa busca estudiar si el retraso de 5 años en la publicación de las minutas de las reuniones de la Fed debe ser acortado, y Paul dijo en una entrevista con Bloomberg Television la semana pasada que aunque no promoverá la desaparición de la Fed directamente, “obviamente esa es la implicación”.

Respondiendo a las críticas, Bernanke, de 57 años, inició la revisión más amplia de las comunicaciones de la Fed en 3 años y nombró a la vicepresidenta Janet Yellen para que encabece una subcomisión que se asegure de que el público esté “bien informado sobre los temas de política monetaria”, según las minutas de la reunión de la Comisión Federal de Mercado Abierto (FOMC) de noviembre.

La mayoría de los estadounidenses están insatisfechos con el Banco Central de Estados Unidos, y dicen que la Fed debería ser sometida a un control político más estricto o ser abolida directamente, según un sondeo nacional de Bloomberg realizado del 4 al 7 de diciembre.