Así lo admitió el ministro de Finanzas Felipe Larraín, que lo justificó debido a que Chile ha tenido resultados “mixtos” cuando en los años noventa utilizó controles de capital para frenar el fortalecimiento del peso, que se ha fortalecido 11,5% contra el dólar de Estados Unidos en los últimos tres meses.

El 8 de octubre la moneda subió 0,3% a 482,08 por dólar estadounidense.

Los gobiernos en América Latina han tomado medidas para frenar el avance de sus monedas al tiempo que los estrategas en el FMI debaten formas de evitar una “guerra cambiaria” para impulsar las exportaciones mediante tipos de cambio más bajos. Por ejemplo, el 4 octubre Brasil subió al doble el impuesto a las compras de activos de renta fija efectuados por extranjeros al 4% con el propósito de frenar un avance que hizo que la semana pasada el real subiera a un máximo en dos años. Los directores de los bancos centrales de Colombia y Costa Rica iniciaron el mes pasado programas para comprar dólares a fin de frenar el fortalecimiento de sus monedas.