"En esta situación, no queremos apresurarnos tanto que el programa acabe no siendo eficaz", declaró el presidente, quien indicó que también es importante garantizar que el plan de rescate no derrocha el dinero de los contribuyentes.Bush admitió que buena parte del público está descontento con la medida, que muchos contribuyentes perciben como una salvación para Wall Street a costa de las economías familiares, pero insistió en que el plan de rescate y la intervención de las autoridades es necesaria pues de otro modo las pequeñas empresas y las familias "se verán muy perjudicadas".El plan de rescate del sistema financiero en EEUU, valorado en unos 700.000 millones de dólares, fue aprobado en el Congreso el pasado viernes y el presidente George W. Bush lo firmó inmediatamente.El eje central de la ley es la capacidad del Tesoro para adquirir la deuda de mala calidad de los bancos por importe de hasta 700.000 millones de dólares (518.000 millones de euros al cambio actual).En un comunicado, los asesores económicos de la Casa Blanca afirmaron hoy que la situación en el sistema financiero de EEUU aún es grave pese a la entrada en vigor del plan de rescate y coincidieron con el presidente en que el efecto de la medida tardará en notarse.