Durante su comparecencia ante el Comité de Asuntos Financieros de la Cámara de Representantes, Bernanke concretó que unos bajos niveles de utilización de los recursos y una tendencia moderada de la inflación hacen prever que los tipos de interés sigan en su nivel actual de entre el 0% y el 0,25%, donde se encuentran desde diciembre de 2008.

En este sentido, destacó que la economía estadounidense registró un crecimiento en tasa anual del 4% en la segunda mitad del pasado año. Sin embargo, apuntó que dado que la contribución del ciclo de inventarios es temporal y que el apoyo fiscal para el crecimiento económico se reducirá a finales de año, "un crecimiento sostenible dependerá del continuo crecimiento de la demanda de bienes y servicios en el sector privado".

Así, subrayó que la demanda privada parece que está creciendo "a un ritmo moderado", impulsada en parte por las condiciones financieras, y añadió que, en particular, el gasto de los consumidores ha aumentado recientemente, lo que refleja una mejora en la renta real disponible y en la riqueza de los hogares, así como "señales de estabilización en el mercado laboral".

UN MERCADO LABORAL "DÉBIL"

En esta línea, Bernanke reconoció que el mercado laboral "sigue bastante débil", a pesar de que algunos indicadores sugieren que su deterioro está disminuyendo, como son la considerable ralentización en la destrucción de empleo y el hecho de que las peticiones semanales de desempleo hayan seguido una tendencia a la baja.

Sin embargo, recordó que la tasa de desempleo está cercana al 10% y las ofertas de empleo son escasas. Además, mostró su preocupación especialmente por el incremento del desempleo a largo plazo, como demuestra que el número de personas que han estado sin empleo durante seis meses o más alcanza el 40%, el doble que hace un año.

Asimismo, consideró que la mayoría de los indicadores sugieren que la inflación seguirá moderada durante un tiempo y apuntó que, pese a que el incremento de los precios de la energía han provocado un aumento de los precios en la segunda mitad del año, el petróleo se ha estabilizado en los últimos meses. Asimismo, el coste de la vivienda, que tiene un gran peso en los indicadores de los precios, está aumentando muy lentamente.

Respecto a los mercados financieros, destacó que continúan las mejoras que comenzaron la pasada primavera. Así, las condiciones en los mercados de financiación a corto plazo han regresado a los niveles anteriores a la crisis, y muchas empresas, especialmente las más grandes, no parecen verse afectadas por una falta de crédito. En cambio, los préstamos bancarios continúan contrayéndose, lo que refleja unas normas de crédito más estrictas y una débil demanda en medio de unas perspectivas económicas inciertas.

REBAJA EN LA TASA DE DESCUENTO

Tras la decisión anunciada la pasada semana por el banco central de EEUU de elevar la tasa de descuento en un cuarto de punto, hasta el 0,75%, Bernanke señaló que no debe interpretarse como una señal de que vaya a cambiar la política monetaria de la Fed, "que sigue siendo la misma que en la reunión de enero".

Añadió que tanto esta decisión como el fin de la mayoría de las facilidades de crédito especiales a principios de este mes son una respuesta a la mejora del funcionamiento de los mercados financieros, lo que ha reducido su necesidad de recibir "ayuda extraordinaria" de la Reserva Federal.

Bernanke recalcó que en algún momento la Reserva Federal deberá comenzar a endurecer la condiciones monetarias para prevenir el desarrollo de presiones inflacionistas. Así, aseguró que la institución tiene las herramientas necesarias para cambiar la postura de la política monetaria en el momento adecuado.