A su juicio, en esta tercera fase el test más importante es la generación de capital de manera orgánica, e incidió en que no hay modelo sostenible si no se genera capital de forma recurrente, ya que asegura la sostenibilidad de las entidades. "La crisis que va a ser larga y estamos en una fase en la que ya no se habla de sistema, sino de entidades ganadoras o perdedoras y de aquellas que son sostenibles porque pueden generar capital de manera orgánica", subrayó Goirigolzarri.

Asimismo, destacó que la eficiencia desde el punto de vista de la distribución debe ser importante, pero no sólo desde el punto de vista de las oficinas, también de la innovación, para lo que se necesita una mayor inversión.

El consejero delegado también destacó que hay muchas cosas que mejorar para adaptarse al nuevo escenario, como la eficiencia de las redes o adelgazar las estructuras intermedias, pero que, a su juicio, el reto más importante es el tratamiento del servicing, porque dará lugar a una mejora de procesos y la deslocalización en la relación con los clientes.

Centrarse en la gestión del riesgo



Asimismo, indicó que la banca debe centrarse en la gestión del riesgo, porque va a haber un deterioro del mismo, y señaló, en este sentido, que objetivo de la entidad es comportarse mejor que los competidores, ya que tiene un gran colchón para hacer frente a la prima de riesgo.

Por último, indicó que la crisis financiera internacional ha afectado en menor medida a la banca española por su modelo de banca minorista, su mínima exposición a activos tóxicos y por una regulación conservadora, pero que debe prepararse par los nuevos cambios.