Banco Santander pierde fuelle en el mercado de forma significativa desde el pasado 28 de junio. Una nueva vuelta de tuerca que descargaba los avances, que llegaron en máximos, a superar los 3,41 euros por acción y que se han alejado sobremanera frente a la cotización actual del valor en el mercado. Ese era el desempeño del Banco Santander hasta el anuncio ayer de Moncloa de la creación de un nuevo impuesto para la banca española.
Ponía sobre la mesa el presidente la creación de un impuesto temido por el sector sobre los impuestos de este año y el próximo a cuenta de la esperada subida de los tipos de interés que se están produciendo, lo que alegaba Pedro Sánchez en su discurso del Debate sobre el Estado de la Nación. Un impuesto que espera recaudar del orden de 1.500 millones de euros anuales en los dos ejercicios para este impuesto que se considera “excepcional y temporal”.
Ayer los bancos perdieron casi 6.600 millones dentro del Ibex ante este anuncio frente a los 7.000 que espera recaudar el Gobierno con el global de los nuevos impuestos de energéticas y el sector financiero en todo el periodo. Solo Santander se dejó en bolsa unos 1.840 millones, solo superado por lo perdido por CaixaBank en su evolución.
Ahora veremos cómo reacciona la entidad, en la presentación de los resultados del Santander que se producirá el próximo 28 de julio, que habrá de valorar los analistas y los inversores, así como sus expectativas para el resto del ejercicio y cómo reacciona el valor, aunque ya lo ha descontado el mercado, a la subida de tipos en la eurozona.
En su gráfica de cotización vemos que Banco Santander recorta ya de forma consecutiva por encima del 6% en las tres últimas sesiones y recortes anuales que alcanza ya el 15%.
En cuanto al nivel de cotización, lo cierto es que, a principios de julio, el director financiero de la entidad, José García Cantera indicaba que se debe sobre todo a que en Europa no hay una regulación estable que aporte seguridad, con aumento de los requisitos a cumplir y con constantes cambios. Y destaca que la intromisión en el aumento de los beneficios de Moncloa, debido a la subida de tipos, puede pasarles factura a las entidades.
Por cierto, que, el lunes conocíamos que Banco Santander ya no patrocinará la liga de primera división española de fútbol en 2023 y dejará por tanto de denominarse “liga SmartBank".
Para el estratega de mercado Ramón Bermejo Santander “está dentro de un canal que indica que podría caer más de un 6% con respecto al precio de apertura de este lunes, los 2,56 euros por acción. El siguiente nivel importante, está situado en 2,49 euros que, de perderlo, supondría validar una figura de hombro cabeza hombro bajista. Si marca 2,4895 euros en un cierre diario, puede seguir cayendo. Como señala el estratega de mercados Ramón Bermejo, tiene un amplio recorrido a la baja, que podría llegar incluso al entorno de los 1,5 euros”.
Santander “pierde la línea de tendencia alcista de largo plazo en color fucsia. El siguiente soporte clave estaría en los mínimos del 7 de MAR en 2,445 euros, cuya vulneración, pondría en riesgo la tendencia alcista de largo plazo que parte desde OCT 2020. Para tener una primera señal alcista, es necesario vulnerar el nivel de resistencia 2,8490 euros. El siguiente hito sería superar la media móvil simple de 200 periodos y la línea de tendencia bajista de medio plazo negra´”, como nos indica Néstor Borrás, analista independiente.
Santander en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Según los indicadores que elabora Estrategias de Inversión Santander. Se mueve en modo bajista y el recorte de dos puntos. Eso le lleva a registrar una puntuación total de 1 puntos sobre los 10 que puede alcanzar el valor. Entre lo mejor, el volumen de negocio a largo plazo, que se muestra creciente.
De lo peor, destaca sobre todo la tendencia bajista en sus dos vertientes tanto a medio como a largo plazo, el negativo momento total, lento y rápido para Santander. Y, además, el volumen de medio plazo que es decreciente junto con la volatilidad o rango de amplitud que se muestra, tanto a medio como a largo plazo, creciente.