"China puede permitirse un abultado déficit fiscal durante un breve periodo de tiempo, pero nadie puede permitirse un gran déficit fiscal eterno. Así que esa no es la fuente del crecimiento", indicó.

China introdujo un programa de estímulo a través de inversiones por 4 billones de yuanes en noviembre y lo mantendrá hasta 2010. Con este plan se pretende fomentar la construcción de infraestructuras, un tercio de cuya factura correrá a cargo del gobierno central, quedando el resto para los gobiernos locales y el sector privado.


Para ayudar a financiar este programa, el Ministerio de Finanzas prevé un déficit fiscal de 950.000 millones de yuanes en 2009, cerca del 3% del Producto Interior Bruto del país.

Dollar también instó a China a seguir con la reforma de su sistema financiero en el marco de la crisis mundial.