Así, Cuomo indicó que su oficina será "sensible" a las preocupaciones sobre la seguridad de los trabajadores expresadas el miércoles por el presidente de la compañía, Edward Liddy, en su comparecencia ante el Comité de Finanzas de la Cámara de Representantes.

"La oficina del fiscal general mantendrá un equilibrio responsable entre el derecho público a conocer en qué se gastan los dólares de los contribuyentes y la seguridad individual y el derecho a la intimidad", indicó.

El fiscal, que había dado de plazo hasta el jueves a la compañía para aportar los nombres a la justicia, añadió que seguirá trabajando en los próximos días con AIG para determinar qué empleados recibieron primas y quiénes devuelven el dinero.

RECOMENDACIONES

Mientras la compañía cumple con sus obligaciones ante la Justicia también ha pedido a sus empleados que extremen las medidas de seguridad ante la ira popular desatada por el escándalo de las bonificaciones.

En un memorándum interno consultado por Europa Press, AIG recomienda a sus empleados que no lleven objetos con el logo de la compañía como bolsas, camisas o paraguas, y que eviten hablar con representantes de los medios de comunicación sobre la compañía.

"Por la noche, en la medida de lo posible, caminad en pareja y aparcad en lugares que tengan buena visibilidad (...) Y si creéis que estáis siendo seguidos por algún desconocido, llamad inmediatamente al 911", añade el documento.

El presidente de la compañía había denunciado el miércoles en el Capitolio que varios empleados han recibido amenazas de muerte desde que saltó el escándalo de las bonificaciones a comienzos de semana.

"Todos los ejecutivos y sus familias deberían ser ejecutados con cuerda de piano alrededor de sus cuellos", indica una de las amenazas "Estoy buscando los nombre de todos los ejecutivos, de sus hijos, quiero saber dónde viven", dice otra de las notas amenazantes.

Un senador republicano llegó incluso a decir públicamente que los ejecutivos de AIG deberían "seguir el ejemplo japonés, pedir una disculpa y luego renunciar o suicidarse", desafortunadas declaraciones que matizó un día después.