Robert Benmosche, presidente ejecutivo de AIG, está a la caza de activos que agregar a la cartera, después de que la Reserva Federal de Nueva York rechazase su oferta de 15,7 billones de dólares para recomprar un conjunto de bonos hipotecarios entregados como parte del rescate de la compañía.


AIG tenía alrededor de 21 billones de dólares en efectivo invertible a partir del 31 de diciembre.


“Puede haber ofertas disponibles en la compra de títulos RMBS de los bancos europeos que buscan un mejor posicionamiento en los requisitos de Basilea III”, comentaron analistas de Deutsche Bank, dirigidos por Joshua Shanker. “Observamos que el mayor rendimiento, en este sentido, también conlleva un mayor riesgo”.

AIG planea aumentar los ingresos anuales de inversión de 500 millones de dólares a 700 millones, explicó la aseguradora en una presentación ante los reguladores, sin especificar qué tipos de valores compraría. Mark Herr, un portavoz de la compañía, no quiso hacer declaraciones a Bloomberg.

“La gestión puede estar subestimando el potencial de crecimiento” de la inversión en efectivo de la aseguradora, comentó Shanker. Él inició la cobertura de AIG con un ‘comprar’ y dijo que el precio de la acción podría subir a 34 dólares a principios de 2012.

La aseguradora ha disminuido un 43% este año, el peor desempeño en el S&P 500. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos redujo su participación al 77% el mes pasado en una venta de acciones.

A las 18.20 hora española, la cotización de la aseguradora cae en torno al 3,66% hasta 28,32 dólares.