La pregunta “de moda” de los últimos tiempos es ¿cómo afectará el tapering (reducción del programa de compra de activos) de la Reserva Federal (Fed) a las economías emergentes? Sin embargo, destaca Desmond Lachman, de The American Enterprise Institute, nos cuestionamos con menos frecuencia una duda que también es clave: ¿cuál será el impacto de los recientes acontecimientos en los mercados emergentes en el ritmo del tapering? “Y esto es bastante sorprendente, sobre todo si tenemos en cuenta que estos países representan ahora alrededor de la mitad del PIB mundial, lo que significa que van a tener un peso importante tanto en las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos, como en las globales”, afirma.

En este sentido, recuerda que “entre mayo y septiembre de 2013, después de que Ben Bernanke hablara por primera vez de comenzar a recortar su programa de compra de activos, los flujos de capital a los mercados emergentes, según datos del Banco Mundial, habrían caído un 30%. Esto ha derivado en una importante presión en los tipos de cambio de un buen número de grandes economías emergentes, como Brasil, India, Indonesia, Sudáfrica y Turquía (también conocidos como 'los cinco frágiles'). Asimismo, sus palabras dieron lugar a una caída significativa de sus perspectivas de crecimiento, lo que llevó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a rebajar las estimaciones de mejora del PIB mundial en medio punto porcentual”.

Ahora, en las últimas semanas, señala, “de nuevo ha habido un cambio sustancial en los flujos de capitales de los mercados emergentes en respuesta al anuncio oficial del comienzo del tapering”. El programa de compra de activos de la Fed se ha reducido en enero a 75.000 millones de dólares. “Este nuevo cambio ha derivado de nuevo en una presión considerable sobre las monedas de las principales economías emergentes, como ya hiciera tras el discurso de Bernanke el año pasado. Uno debería esperar que este impacto debería obligar a estos países a endurecer sus políticas macroeconómicas para estabilizar sus monedas, una medida que, por ende, 'nublará' sus perspectivas de crecimiento”.

“No ayuda”, continúa Lachman, “a estas regiones el hecho de que se encuentren en periodos electorales. En los 'cinco frágiles' hay comicios a lo largo de este año. Y es que, podríamos pensar también que esto añadirá incertidumbre (…) al tiempo que limita la respuesta política de estos países a la presión del mercado sobre sus monedas”. Con todo, hay “un resquicio de esperanza”, afirma. Y no es otro que “el hecho de que el ritmo del tapering de la Fed pueda verse influenciado por los acontecimientos en los mercados emergentes. Después de todo, estas zonas son los principales motores del crecimiento mundial. En un contexto de desaceleración significativa del PIB global y de apreciación del dólar, uno supondría que la autoridad monetaria de Estados Unidos tiene buenas (y nuevas) razones para no reducir sus compras de activos de forma brusca”.

Por otra parte, añade, “los mercados emergentes podrían conseguir también el apoyo del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y del Banco Central Europeo (BCE), que deberían moverse hacia políticas monetarias más acomodaticias. En concreto, la autoridad nipona responderá al incremento de los impuestos programado para abril, mientras la del Viejo Continente tratará de atajar los temores deflacionistas. Tales medidas podrían, al menos en parte, compensar los efectos negativos del tapering de la Fed en la liquidez global de cara a 2014”.

“Nada nuevo bajo el Sol”, por tanto, ni tampoco una debacle, como muchos consideran. Quizá por ello, tras el “susto” inicial que se llevaron los mercados occidentales a las tensiones en los emergentes y que derivó en una importante corrección, las bolsas europeas recuperan hoy martes posiciones y se anotan de media un 0,70%. En concreto, el Ibex 35 lidera las subidas del Viejo Continente y repunta un 1,54%, hasta los 9.908,70 puntos.

Sara Carbonell