A contracorriente se sitúa hoy miércoles el fondo noruego Skagen que, según recoge Bloomberg, prefiere apostar por los mercados emergentes. De hecho, insta a sus clientes a no perder la calma ante la reciente agitación política que atraviesan algunas de estas naciones.

Así, uno de sus fundadores, Kristoffer Stensrud, explica a la agencia anglosajona que “realmente no hay nada nuevo” en las turbulencias actuales que aquejan a estas naciones. Considera que los movimientos que ha habido son fruto de “cierto contagio” en Latinoamérica desde Argentina. “Las economías emergentes que sufren por la depreciación de su moneda probablemente serán más competitivas en el futuro”, afirma tajante. Y añade: “La falta de presión inflacionaria sobre las commodities también sera positiva, dando lugar a un periodo de inflación y tipos de interés más bajos de lo que se percibe actualmente”.

Kon-Tiki A, el fondo de emergentes de 50.000 millones de coronas ($8.000 millones) de Skagen, ha cosechado rentabilidades anuales del 14% en los últimos 10 años; y, según los datos compilados por Bloomberg, ha sido el octavo que mejor comportamiento ha registrado en dicho periodo de los 1.120 registrados por la agencia. Ahora bien, este año pierde ya un 6%. No obstante, a principios de mes Stensrud ya señaló que su visión sobre los emergentes era positiva, y es que considera que las elecciones que se celebrarán en Oriente Medio, Asia y África darán lugar a políticas favorables a la estabilidad.

Su opinión, sin embargo, contrasta con la de algunos de los mayores bancos de inversión de Wall Street, como es el caso de Goldman Sachs, que el mes pasado aconsejó a sus clientes reducir su exposición a las naciones en desarrollo en un tercio, ya que esperaba un significativo mal comportamiento tanto para la renta variable, como para la renta fija y las divisas durante los próximos 10 años. Recordemos que el sentimiento hacia los mercados emergentes comenzó a “agriarse” en 2013 después de que la Reserva Federal (Fed) anunciara su intención de iniciar la retirada de estímulos y de que el crecimiento de China mostrara ciertas señales de desaceleración.

Las economías emergentes, considera Stensrud, todavía tienen potencial para ofrecer una rentabilidad superior a la media, ya que los consumidores siguen gastando en busca de un mayor nivel de vida. Asimismo, destaca, romperán la dependencia de los ciclos, ya que se basan más en industrias de servicios.

S.C.