Mucho se viene hablando, desde hace meses y meses, de la definitiva recuperación estadounidense que parece que nunca termina de llegar del todo. Sin embargo, el Informe de Empleo de abril que hemos conocido hace unas tres horas ha sorprendido para bien. Éste ha arrojado una creación de 288.000 puestos de trabajo mientras que la tasa de paro ha descendido hasta el 6,3%. El caso es que uno de los activos más sensibles en cuanto a la capacidad de crecimiento de la primera economía del mundo es el crudo, el “oro negro”. Si nos fijamos en el barril tipo West Texas lo que tenemos delante no es más que un largo lateral. Lateral que, a su vez, parece encajado dentro de un potencial “triángulo”. Normalmente, cuando tenemos un “triángulo” tras un vertical rally alcista es porque el siguiente movimiento, cuando finalice el movimiento de consolidación, debería ser de continuidad de la tendencia, en este caso alcista. Mientras tanto, lo único que podemos decir es que el subyacente sigue consolidando lateralmente, subiendo y bajando y consumiendo más tiempo que profundidad.

Tendría todo el sentido del mundo que si finalmente la economía estadounidense terminara confirmando una verdadera salida al alza de su economía viéramos al crudo dejar atrás el movimiento lateral de los últimos años y romper, con claridad, al alza (saltando por encima de los $112,24).

José María Rodríguez