¿Necesitarán los bancos españoles más capital? He ahí la cuestión; y en Expansión la respuesta del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea (UE), Olli Rehn: “El programa (rescate a las entidades españolas) sigue por el buen camino. El próximo paso es hacer el análisis de la calidad de los activos y luego la prueba de resistencia (…) España está en posición de gestionar esto por sí misma y no necesita más programas cuando termine este (…) No espero que haya necesidades dramáticas de recapitalización para España”.

El programa de asistencia a los bancos españoles, que asciende a 100.000 millones de euros y expira en diciembre, se activó el año pasado y ha permitido a España inyectar unos 40.000 millones en el sector financiero bajo el cumplimiento de unas duras condiciones previas. El uso de los casi 60.000 millones de euros que aún no se han empleado o el cierre de esta línea de crédito es una discusión abierta en España y Europa, que se debatirá el próximo 15 de noviembre en el Eurogrupo. Esta decisión se tomará antes de que se conozcan los resultados de esas evaluaciones a las que van a ser sometidos los bancos y que ha mencionado Rehn.

Los expertos de Nomura explicaban a comienzos de septiembre que los exámenes se harán en tres fases: evaluación para definir las carteras más arriesgadas; evaluación de los balances de esas carteras (ya probablemente en el primer trimestre de 2014); y unos tests de estrés finales elaborados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), que podrían realizarse en el segundo trimestre de 2014. Hasta aquí lo que se conoce del proceso, previo al establecimiento de la Autoridad Bancaria Única en el tercer trimestre del año que viene.

Esa Autoridad Bancaria es uno de los instrumentos que el comisario finlandés define como críticos para que se reactive el crédito que, a su vez, es la condición sine qua non para que haya un crecimiento económico sostenido. Y este es, de hecho, el principal riesgo para que los bancos españoles aprueben los exámenes europeos, advierte Rehn. En definitiva, círculo vicioso, porque no habrá Unión Bancaria sin tests de estrés aprobados; pero tampoco habrá aprobación de estas pruebas sin crecimiento económico; el cual no se activará sin un crédito que depende de esa Unión Bancaria.

Otra herramienta con la que cuenta Europa para activar el crédito bancario, y que también menciona Rehn, son las “decisiones del Banco Central Europeo (BCE). Hoy mismo, su presidente Mario Draghi podría lanzar alguna pista sobre una tercera LTRO.

En cuanto a la situación macroeconómica de España, Rehn ha advertido que quedan “muchos años de ajustes” y sobre el nivel de deuda que, según los Presupuestos de 2014 presentados el lunes por el Gobierno español, rozará el 100% del PIB. “Si tu nivel de deuda sigue subiendo, los intereses que pagas van a subir y se comerán las posibilidades de hacer inversiones más productivas, como en infraestructuras, educación o Estado del Bienestar”. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, comentaba el lunes en la presentación de las cuentas que “de la crisis no estamos saliendo con inversión pública. Si no cambiamos los conceptos, seguiremos pensando que un tramo más de carretera nos saca de la crisis”. Anteriormente, el responsable de Hacienda era tajante sobre la austeridad: “No había otra puerta de salida de la crisis (…) Ya volverá la inversión pública; ahora no podemos hacerlo”.

Y hoy, un día en el que el desempleo es noticia porque, según los datos del ministerio de Trabajo, los parados apuntados en el antiguo INEM han aumentado en septiembre en 25.572, Rehn comenta que “hay que profundizar en la reforma del mercado laboral (…) modernizar el servicio público de empleo y reformar las políticas activas de empleo”.

M.G.