La renta variable de Portugal registra el peor comportamiento entre los mercados europeos durante la jornada. El sector bancario lidera los descensos, al parecer debido a la postura del Gobierno sobre los créditos fiscales diferidos (DTAs).
Según informa la Agencia Lusa y reproducen varios medios financieros, “la posición del Gobierno tiene que ver con las nuevas normas de contabilidad pública, que entrarán en vigor el 1 de septiembre y que obligan al Estado a registrar como déficit y deuda todos los créditos fiscales”.
La postura del ministerio de Finanzas es que el déficit aumentaría en 6.600 millones de euros si los impuestos diferidos fuesen transformados en créditos fiscales, tal y como reclaman los bancos. Esto duplicaría el déficit, según han contado fuentes del sector financiero.
En lo que respecta a los grandes bancos portugueses, como BCP y Caixa Geral de Depositos, unos 5.000 millones de euros en impuestos diferidos deberían ser retirados de los ratios de capital, lo que tendría un fuerte impacto en el sector.
En estos momentos, el Índice PSI-20 cae más del 3%, y los bancos lideran las pérdidas, con descensos superiores al 4% para BPI y del 5% para Banco Espirito Santo y Banif.
C.P.O./M.G.