No son nuevos, pero los sensores minúsculos, que se han utilizado en automóviles, máquinas y lámparas, y ahora se encuentran en relojes y teléfonos inteligentes, así como en tabletas, y que desempeñan funciones clave como la detección de imágenes o sonidos o el movimiento, están posicionados para ser un “gran golpe” en los próximos años.

“Hoy en día, la gente tiene dos o tres dispositivos conectados. Para el año 2020 esa cifra será de 15 ó 20. Y el número de sensores se multiplicará también en dicha proporción”, explican desde Oppenheimer en CNBC. El único problema es que “estamos, como aquel que dice, en sus ‘primeros días de vida’, y es difícil invertir en ellos en este momento", advierte.

Por ahora, InveSense (subió un 107% el año pasado), “se posiciona como líder de la industria (…) sus sensores se usan ya en las Google Glass o en los relojes inteligentes de Samsung”, señala. Asimismo, STMicroelectronics también es otro “jugador” del sector. Y otra opción es OmniVision Technologies.

S.C.