Pero no ha sido así. En el comunicado del Comité Federal del Mercado Abierto ha sido mucho más dovish de lo que esperaban los más optimistas. (Ver
comunicado)

La Reserva Federal cree que la economía estadounidense crece, pero todavía a un ritmo muy moderado. También afirma que aunque los indicadores muestran una mejora en las cifras de empleo, la tasa de paro sigue siendo muy elevada, más de lo que la institución considera apropiado.

Además, señala que la subida de las tasas hipotecarias están restringiendo el crecimiento económico del país. Por si fuera poco, la evolución de los precios en Estados Unidos tampoco gusta al FOMC, ya que sigue por debajo de los objetivos de la autoridad monetaria.

Y la Reserva Federal ha reiterado en el segundo párrafo del comunicado que sigue a pies juntillas sus dos principales mandatos: empleo y estabilidad de los precios. Por tanto, no ha llegado el momento de retirar los estímulos monetarios y, por ahora, seguirá gastando 85.000 millones de euros en la compra de activos.

En el comunicado, los miembros afirman que esta decisión podrá ayudar a rebajar la tensión en el mercado hipotecario y contribuir a que le crecimiento del sector inmobiliario, y el empleo se refuercen.

Así, el programa se mantendrá intacto. La FED comprará cada mes 40.000 millones de dólares en bonos y 4ólares en bonos y 45.000 millones en MBS (Mortgages Backed Securities).

Los mercados han reaccionado con júbilo. Las bolsas, que esperaban mustias la decisión de Ben Bernanke han subido con fuerza y han llevado al S&P 500 a tocar sus máximos históricos por encima de 1.722 puntos.



En cuanto a los tipos de interés, la FED considera que el rango de 0, 0,25% en el que se encuentra ahora mismo el precio del dinero será adecuado hasta que la tasa de paro baje del 6,5%. Ahora mismo está en el 7,3%.

También se ha notado en el mercado de divisas, con fuertes caídas para el dólar frente a monedas como el euro.