Según los datos publicados viernes por Eurostat, la inflación de la Zona Euro se ha ralentizado en el mes de agosto y aumenta la presión sobre el Banco Central Europeo a tomar más medidas.

En concreto, el IPC ha aumentado un 0,3% desde agosto del año pasado, una décima por debajo de la subida anual del 0,4% registrado en el mes de julio. El dato se ha situado en línea con las expectativas del consenso.

No obstante, la inflación subyacente ha registrado un avance anual del 0,9%. Los analistas no anticipaban cambios a la subida del 0,8% del mes de julio.

“Los decepcionantes datos y los comentarios del presidente del BCE, Mario Draghi, en Jackson Hole han aumentado las expectativas de medidas adicionales en la próxima reunión del banco central”, comentan los expertos de BNP Paribas. No obstante, estos analistas señalan que, aunque los bajos niveles de crecimiento e inflación aumentan la posibilidad de medidas cuantitativas, “algunos miembros del BCE no están convencidos, por lo que un lanzamiento inminente, antes del primer TLTRO (operaciones condicionadas de refinanciación a largo plazo), es improbable”.