La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) han impuesto este miércoles a España una nueva agenda de reformas financieras que debe emprender tras el fin del rescate bancario. El objetivo, según recoge Europa Press, es reforzar la solidez de la banca y su capacidad de dar crédito a la economía real.

En particular, las dos instituciones de la “troika” piden a nuestro Gobierno que vigile que las diferentes medidas para limitar los desahucios a nivel nacional y regional no ponen en riesgo la estabilidad financiera; que no permita que vuelvan a venderse a los particulares productos financieros como las preferentes; y que preserve la unidad del mercado de servicios financieros en España frente a las diferentes leyes autonómicas.

En su informe final sobre el rescate bancario, Bruselas y el BCE avisan de que la debilidad de la economía española continúa siendo el principal riesgo para la banca. "La recuperación económica sigue siendo frágil mientras se abordan los desequilibrios y está sujeta a riesgos internos como un cambio en el actual entorno financiero global benigno y la ralentización de los mercados emergentes, especialmente en Latinoamérica, zona a la que las empresas españolas están particularmente expuestas", subrayan.

Además, "los altos niveles de paro y la debilidad del mercado inmobiliario siguen suponiendo fuertes dificultades para la rentabilidad de los bancos y los esfuerzos de recapitalización", señala el texto, al tiempo que admite que la contracción del crédito al sector privado en 2013 ha sido mayor de lo inicialmente previsto. "No obstante, se espera que el crédito al sector privado toque fondo en 2014", pronostican.

Por todo ello, la “troika” reclama al Gobierno de Mariano Rajoy y al Banco de España que vigilen que las entidades refuerzan su capital para prepararse para los tests de estrés que realizará el BCE en los próximos meses. "Pese a los buenos progresos logrados en la estabilización, los bancos y las autoridades españolas deben estar preparados para tomar medidas correctivas si es necesario, en caso de que los tests del BCE revelen un déficit de capital en algunos bancos", avisa el informe.

N.A.