Infraestructuras, tecnología y salud: trío ganador independientemente de las elecciones

Sanidad, educación, inmigración, cambio climático…son solo algunos de los sectores sobre los que demócratas y republicanos tienen una visión diametralmente opuesta. Todo en un entorno en el que Trump trata de incentivar la economía  vía rebajas fiscales y laxitud regulatoria mientras que Biden opta por un papel hegemónico federal que permita reconfigurar el patrón de crecimiento y avanzar hacia la neutralidad energética. Dos visiones de un mismo mundo que, sin duda, tendrá efecto en los sectores sobre los que se centran sus miradas.

Porque si algo tienen claro los expertos es que la economía, teniendo en cuenta el gran estímulo monetario que viene inyectando la FED desde 2008, volverá al crecimiento. El debate está en si ambos partidos serán capaces de conseguir llegar a un acuerdo sobre un estímulo fiscal y, aunque no hay consenso, lo ideal es que se pusieran de acuerdo en llevar a cabo una política fiscal, uno de los grandes temas críticos que seguirá pesando sobre la economía.  Desde este punto de vista en Capital Group creen que es interesante ser conscientes de que la recesión en ciernes ha sido inducida por los gobiernos a nivel global que han decidido parar la economía a nivel global para proteger a los ciudadanos. “No responde a la recesión típica de cambio de ciclo sino que los fundamentales seguirán estando ahí”, dice Mario González, responsable de desarrollo de negocio para España, Portugal y Andorra de Capital Group.

 

 

Unos fundamentales que son los que hay que buscar, haya uno u otro candidato. Matthew Benkendorf, director de inversiones de Vontobel Quality Growth reconoce que la historia es un buen recordatorio de que es difícil predecir las reacciones del mercado. “Hace cuatro años, vimos movimientos extremos en el mercado alrededor y durante las elecciones. La forma en que los mercados reaccionan depende de, por ejemplo, los niveles de valoración de los mercados, el entorno económico, las perspectivas económicas y, lo más importante, las perspectivas de beneficios de las empresas más que quién sea elegido”. De aquí a noviembre se espera volatilidad dada la realidad desconocida de estas variables, aparte del resultado de las elecciones.  

La cuestión es cómo lo hará cada uno. Pero hay temas comunes, uno de ellos es el de las infraestructuras. Ambos candidatos llevarán a cabo un plan de modernización y suministro de servicios públicos de más de un billón de dólares. Las cifras bailan entre los 1,3 y los 2 billones de dólares, según el candidato del que se trate, con compañías del sector renovable más favorecidas por esta gran inversión frente a petroleras y valores más contaminantes, principales apoyos de Trump, que podrían liderar las subidas en caso de que el candidato republicano no haga las maletas.

Sin embargo, desde el sector creen que “si se quiere un programa agresivo de infraestructuras se hará mientras que el partido demócrata tenga el control de todas las cámaras. Aunque es verdad que ambos candidatos tienen política en infraestructuras, pero no habrá un plan agresivo mientras no haya un partido que tiene el control pleno de ambas cámaras”, dice Sasha Evers, director general para Iberia y Latinoamérica de BNY Mellon.

El triunfo de Biden, por otro lado, traerá consigo un programa más centrado en el medio ambiente, que podría ver más presión o escrutinio en sectores sensibles a la regulación ambiental, como la energía y los productos básicos. Uno de los sectores que más ha enfrentado a ambos partidos, casi históricamente, es el  sanitario. Trump, dispuesto a recortar presupuestariamente los gastos de Medicare y Medicaid – de hecho en 2021 espera la mayor reducción financiera en la última década – mientras que Biden navega entre dos aguas. Se desmarcó de la propuesta de su rival, el Senador Sanders, de universalizar la ayuda asistencial a todos los norteamericanos pero a la vez ha enfatizado todo su apoyo al Obamacare.  

Desde Vontobel, Benkerdorf cree que una victoria de Biden podría generar más volatilidad en ese sector, pero los nombres de la atención de la salud con fundamentales sólidos deberían continuar haciéndolo bien”. Un sector en el que, si el enfoque a largo plazo está en el crecimiento y la calidad, tiene que seguir teniendo presencia en la carteras. Porque sus resultados tienen una mayor visibilidad, son beneficiarios de la situación generada por el Covid -19 y las tendencias seculares que estamos viendo. 

Bajo esa misma perspectiva, la tecnología es crucial, tanto en los programas electorales como en las carteras a largo plazo. Trump ha cargado contra una larga lista de firmas tecnológicas americanas a las que acusa de conspirar para labrar su derrota el 3 de noviembre. Por su parte, Biden cree que las ciber- amenazas son el gran desafío del futuro en la economía global porque choca directamente contra la salud democrática y defiende las presiones sobre las big techs del país para que transformen sus actuales prácticas sobre privacidad, vigilancia y difusión de discursos de odio. 

Unas medidas que chocan directamente con las políticas a nivel comercial que mantienen ambos partidos.  Trump, con retórica arancelaria y subida de tarifas ha dejado claro a lo largo de estos cuatro años cuál es su forma de entender la política exterior mientras que Biden ha puesto el foco en el restablecimiento del liderazgo innovador y económico en EEUU para, a continuación, acometer nuevos tratados comerciales. En el medio de todo hay un tema de reacción contra China en la política exterior pero con diferentes formas de implementarlo. “Ambos candidatos entienden que la recopilación de datos personales por parte de las empresas chinas es una amenaza para las empresas nacionales y quieren hacer políticas que permitan protegerlas. Pero claro, cada uno lo hará de forma diferente: Trump más aislacionista y unilateral frente a Biden, más negociador y multilateral tratando de buscar apoyos y socios que permitan mantener la propiedad intelectual”, dice Ana Concejero, directora de ventas para España y Portugal de State Street. Pero luego el enfoque será diferente porque Biden querrá incrementar la regulación mientras que Trump ha hecho todo lo contrario.

¿Y en qué situación deja esto al sector?  El sector de la tecnología de la información sigue mostrando un fuerte crecimiento, pero los inversores deben tener cuidado en este espacio, advierte Benkendorf. La estrechez del mercado y el difícil contexto económico subyacente, junto con la exagerada euforia que comenzó a impregnar los mercados, ha dado lugar a valoraciones "más espumosas" de una serie de valores tecnológicos. Los inversores deben tener en cuenta los fundamentos y deben prestar mucha atención a lo que compran y a cuánto pagan por ello.