El retraso del tapering por parte de la Reserva Federal supuso que el precio del oro comenzase a caer después de haber llegaro a sobrepasar los 1.400 dólares la onza a finales de agosto. Justo a partir de entonces y cuando se conoció que no iba a darse el pistoletazo de salida a la retirada de estímulos, llegó al nivel de los 1.337 dólares.

Sin embargo, la llegada del shutdown varió esta tendencia y el metal precioso volvió a incrementar su precio a medida que pasaban las jornadas. Una tendencia que se encontró con un frenazo absoluto cuando empezó a conocerse que Demócratas y Republicanos estaba encontrando sus posturas en cuanto a la elevación del techo de deuda. A partir de entonces ha caído en dos jornadas consecutivas y hoy lo hace en más de un 2%. 



Esta dinámica del metal dorado será la predominante, según han explicado los expertos de Morgan Stanley durante el 2014. Podría ser el segundo año consecutivo de pérdidas del metal precioso, dado que para este ejercicio se prevén también que termine en negativo. Hasta día de hoy, de hecho, su precio lleva acumulado un descenso de más del 23%.


¿Descenso coyuntural?

Para analistas como Jim Rogers, el precio del oro aún no ha terminado con su tendencia alcista al igual que el resto de materias primas. Asegura que en los mercados no ha visto un “frenesí todavía". Además, asegura que China es quien está impulsando el auge de estos productos. "Yo no veo que haya habido suficiente suministro para que se corte la tendencia alcista ", dice Rogers. (Ver Rogers cree que el oro podría subir)

"China ha estado tratando de frenar su economía desde hace bastante tiempo. Han tenido un problema de inflación. Han tenido una burbuja inmobiliaria, pero sé que algo positivo está pasando en China. Están creciendo, tienen una alta tasa de ahorro, también altos índices de inversión, y poseen enormes reservas internacionales”, asegura.