Tendencia alcista y apuntando a máximos históricos. Esa es la lectura de todos los expertos cuando se les pregunta por cómo creen que está el sector tecnológico de EEUU en estos momentos en que la inflación comienza a subir de una forma más acusada – y permanente – de lo inicialmente previsto y la FED comenzará a dar los primeros pasos en su proceso de normalización de la política monetaria (retirada de estímulos y posterior subida de tipos). 

El crecimiento vertiginoso de las FAANG y su enorme peso en el S&P 500 han contribuido a impulsar los mercados durante más de una década. A excepción de Amazon, se espera que cada una de ellas presente un beneficio por acción en el trimestre de septiembre que supere las cifras del año pasado, según los datos de Refinitiv.  Unas cifras trimestrales sólidas podrían ayudar a los valores tecnológicos y de crecimiento a ampliar la ventaja que han establecido sobre sus homólogos centrados en el valor en el tira y afloja de este año, ya que los mercados se encuentran atrapados entre un potente repunte económico y la subida de los precios de las materias primas, por un lado, y el aumento de los rendimientos del Tesoro y la inflación, por otro.

Dos factores que sirvieron para justificar las caídas que experimentaron algunas de estas compañías en septiembre y que solo es una “excusa” para recoger beneficios en unos valores que han subido mucho. Julián Pascual, Presidente de Buy and Hold reconoce que este escenario tiene dos efectos sobre las tecnológicas. De un lado, “la subida de tipos de interés afecta a las tecnológicas en el sentido de que tienen duraciones largas y, si los tipos suben, la tasa de descuento a la que hay que calcular los flujos de caja sube más y tiene un impacto. Pero  esto se compensa, por otro lado, con la facilidad que tienen estas compañía para trasladar la subida de precios a sus clientes”. Pascual reconoce que una subida de tipos del 1% al 4%  - que era el tipo de Estados Unidos hace 4 años, tiene un impacto en la valoración de estas compañías muy pequeño.  Sin embargo, el efecto de la inflación en sus negocios sí  tiene un impacto muy considerable.  Unas compañías para las que nadie duda que seguirán creciendo igual o más que antes, los márgenes seguirán aumentando a pesar de la inflación y deberían hacerlo bien a largo plazo.

Y es que hablar de tecnología es referirse a un mercado enorme y completamente heterogéneo. Temas como el comercio electrónico, software, servicios en la nube, pasando por sistemas de distribución de comida, alimentación, publicidad digital hasta fabricantes de semiconductores o fabricantes de equipos que hacen semiconductores.  Un término que engloba multitud de subsectores  con posiciones muy fuertes de dominio y con retornos sobre el capital muy altos, haciendo ganar mucho dinero a sus accionistas.

Si el rendimiento del 561% del S&P 500 desde marzo de 2009 impresiona no se queda atrás la subida del 854% de Facebook desde que salió a bolsa en 2012, el 4.777% de Apple, el 5.536% de Amazon o el 1.842% de Alphabet en el mismo período.

Incluso con estas subidas, todavía hay gran parte del mercado que cree que todavía hay recorrido al alza para algunas de estas compañías.

Amazon a la cabeza. Según el consenso del mercado, el gigante del comercio electrónico podría mostrar grandes beneficios el próximo año que le llevarían a alcanzar los 5.000 dólares por acción, según la plataforma de trading Susquehanna. Lo que hace de Amazon una empresa con tanto potencial es su dominio de tres grandes tendencias: 1) es líder en  ventas minoristas online en EEUU.   Según un informe de eMarketer, Amazon aportaría un 41,4% de todo el gasto minorista online en EEUU en 2021. Eso es más de un 34% por encima de la empresa que le sigue por cuota de mercado, WalMart.  2) El servicio de suscripción, Amazon Prime, que ya cuenta con 200 millones de suscriptores que ayuda a rebajar los precios de los comercios minoristas. 3) Servicios de infraestructuras en la nube.  Amazon Web Services aportó el 31% de los 47.000 millones de gasto en infraestructura en la nube en el segundo trimestre y va en camino de superar los 59.000 millones de  ventas anuales.  Es por eso que un objetivo de precio de 5.000 dólares no es descabellado teniendo en cuenta tanto su posición dominante como el crecimiento del flujo de caja.

Netflix es otro de los valores que cuenta con un gran potencial  - hasta los 971 dólares –  ofrece un potencial adicional del 55% para los próximos doce meses. Un optimismo que tiene que ver con su servicio líder de suscripción en streaming. Has mediados de 2021, la compañía contaba con más de 209 miembros de pago en streaming en todo el mundo. Entre la profundidad de su biblioteca de contenidos y las docenas de programas propios que ha creado, la plataforma tiene un pode de fijación de precios sustancial sobre sus suscriptores y no ha tenido muchos problemas para repercutir las subidas cuando ha sido necesario.

Sin embargo, la tesis de crecimiento a largo plazo de Netflix no está tan clara como la de las otras FAANG en un entorno en que la competencia no hace más que aumentar. En particular, el servicio de streaming de Walt Disney, Disney+, alcanzó los 116 millones de suscriptores a principios de julio.  Disney ha tardado menos de dos años en alcanzar esta cifra, mientras que Netflix tardó una década en superar los 200 millones de suscriptores globales.

La otra gran preocupación sobre el valor es que es una compañía que históricamente ha “quemado” su efectivo.  Netflix está valorada en más de 200 veces el flujo de caja operativo estimado por Wall Street por acción en 2021. Si Netflix alcanzara de alguna manera los 971 dólares por acción, habría que esperar hasta 2024 para que su flujo de caja por acción se situara por debajo de 100. 

Facebook, ¿camino de los 500 dólares? En el trimestre finalizado en junio, Facebook atrajo a 2.900 millones de usuarios mensuales, con otros 610 millones de usuarios únicos que visitan Instagram o WhatsApp cada mes (plataformas de las que Facebook es propietaria). En total, son 3.510 millones de usuarios activos mensuales.  Si quitáramos a los niños demasiado jóvenes para usar las redes sociales, estaríamos hablando de más de la mitad de la población adulta del mundo que entra en un activo de Facebook cada mes. Se trata de una cifra importante que no pasa desapercibida para los anunciantes, y es la razón por la que la empresa tiene un importante poder de fijación de precios de los anuncios.

La compañía cotiza a menos de 20 veces su rentabilidad para el próximo año, dice Pascual, con un free cash flow yield de más del 4%, que son valores extraordinariamente baratos para una empresa en tecnología.

Y por último, pero no menos importante, está Alphabet. Un valor que ha diversificado significativamente su negocio para evitar una dependencia excesiva de su buscador y de YouTube. Su entrada en el mercado de los smartphones está comenzando a ganar tracción significativa, lo que le proporciona un flujo de ingresos sostenible. El negocio de dispositivos del gigante se integra bien con sus unidades de software y servicios, lo que también impulsa sus previsiones de crecimiento. A nivel bursátil, las acciones se negocian a un PER de 26,74 veces para el próximo año en un momento en que los analistas estiman que sus ganancias por acción aumenten en más del 72% este año antes de aumentar a un ritmo anual del 24,41% durante los próximos cinco años, una opción atractiva para aquellos inversores ávidos de crecimiento.

Fuera de las famosas FAANG, NVIDIA diseña y produce tarjetas gráficas de alta gama y chips de procesamiento para ordenadores personales, servidores y superordenadores. Las acciones de Nvidia han subido un 70% en el último año y para el consenso del mercado la aceleración del crecimiento de los centros de datos siguen siendo catalizadores alcistas a largo plazo para el valor.  Un dato: sólo el 20% de los clientes de juegos de Nvidia tienen tarjetas gráficas compatibles con una tecnología de procesamiento llamada ray tracing, lo que crea una oportunidad de actualización a corto plazo.  (Vea el análisis fundamental de Nvidia en la página 44 de esta revista). Casas de análisis como Bank of América tienen en 260 dólares el potencial objetivo de la compañía.  Con lo que parece que el ciclo en bolsa de estas tecnológicas todavía tiene para rato.