Prosegur sigue acumulando buenas noticias a sus espaldas. En esta ocasión ha llegado en forma de recomendación y es que la entidad financiera HSBC ha elevado su precio objetivo hasta los 7 euros con una apuesta por la compra de los títulos en estos momentos. Eso ha provocado que durante el día de hoy se haya disparado hasta más de un 7% y haya superado con fuerza los 6 euros por acción
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Esta mejora se produce pocos días después de que los accionistas dieran el visto bueno a la enajenación o aportación de acciones de Prosegur Cash mediante fórmulas como una oferta de venta o suscripción de acciones "en el marco de su potencial salida a Bolsa", según remitió el grupo a la CNMV.
Junto a esto, los accionistas aprobaron también la distribución el próximo 12 de diciembre de un dividendo extraordinario en efectivo de 0,100262 euros brutos por acción. En total, la empresa repartirá casi 62 millones entre los accionistas.
Dentro del plan de salida a Bolsa, la intención de Prosegur es colocar hasta el 49% de la división de 'cash' en el primer semestre de 2017, lo que le permitirá mantener el control y a la vez captar recursos para crecer no solo en esta área, sino también en las otras dos de carácter estratégico, que son las de soluciones de seguridad y alarmas.
Además, las previsiones de la empresa parten de un valor para el área de logística de entre doce y quince veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda), conforme a las estimaciones de mercado para sociedades similares, lo que arroja un valor por el 100% de entre 3.000 y 4.000 millones. El área de 'cash' procura cerca del 90% de los beneficios de Prosegur.
Si nos centramos en su gráfico, nuestros filtros técnicos lo que muestran es que la compañía se encuentra actualmente en fase de consolidación, mientras que recibe una puntuación de 6 puntos en una escala que se mueve entre el cero y el diez. Su tendencia de largo plazo es alcista y su tendencia de medio plazo es aún bajista.
En lo que respecta al resto de indicadores goza de un momento total lento positivo, el volumen de contratación a largo plazo es creciente y la volatilidad que presenta es decreciente en el tiempo. Como notas discordantes observamos que su momento total rápido es negativo y que el volumen de medio plazo es decreciente.
