Estados Unidos

Tras haber regresado de forma rotunda al primer plano de la escena bursátil la semana pasada, Donald Trump ha vuelto a estar en el centro de la actualidad.

En primer lugar, al reiterar sus declaraciones poco agradables y sus amenazas apenas disimuladas con respecto a China. Ha repetido que Pekín había «roto el acuerdo», se ha felicitado por el establecimiento de nuevas tarifas aduaneras y le ha advertido de que evite un acuerdo más difícil de conseguir tras su potencial reelección. Y, a pesar de que ciertas declaraciones eran más positivas, sigue siendo este tono vindicativo el que predomina.


A continuación, al firmar un decreto por el que se prohíbe que los operadores de telecomunicaciones de EE.UU. se abastezcan de equipos en sociedades extranjeras consideradas de riesgo. Este decreto, adoptado invocando «emergencia nacional», apunta directamente a China y, en primer lugar, al gigante Huawei. A pesar de que esta medida estaba prevista desde hacía cierto tiempo, adquiere un matiz diferente en relación con el actual resurgimiento de las tensiones. China también ha reaccionado inmediatamente, denunciando una estratagema desleal, que podría «perjudicar más a las relaciones económicas y comerciales».

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Por último, al aplazar seis meses su decisión sobre una eventual tributación de los automóviles y piezas de recambio europeos y japoneses. Una información recogida, en primer lugar, por la prensa estadounidense, después confirmada oficialmente el viernes, y que los mercados han interpretado como señal del retorno de un Trump más «negociador».


No obstante, sería un error analizar la situación actual únicamente a través del posicionamiento y las declaraciones de Donald Trump. En efecto, la respuesta china es igualmente importante. Al final de la semana, Pekín también ha enfriado a los inversores, sin duda demasiado optimistas, señalando que tiene poco interés en seguir con las negociaciones, debido a la reciente falta de sinceridad de Donald Trump. Hasta ahora, no se ha mencionado ninguna fecha para la reanudación de las conversaciones, salvo un potencial encuentro entre Trump y Xi Jinping en el G20 (el 28 y 29 del próximo junio). Estas declaraciones demuestran que China podría verse tentada a actuar de forma dilatoria.


En efecto, a pesar de que 325.000 millones de dólares de productos chinos adicionales están amenazados con una fiscalidad excesiva, el margen de maniobra de Estados Unidos se reduce con cada nueva subida de las tarifas. Es difícil imaginar que Washington pueda aumentar más los derechos aduaneros o recurrir a un boicot masivo de productos chinos, teniendo en cuenta la importancia de las relaciones que numerosas empresas estadounidenses mantienen con China. Por otra parte, aunque el impacto de este exceso de impuestos soportados por la economía china es real, mantiene, sin embargo, cierta mesura y podrá compensarse mediante la aplicación de medidas de reactivación económica. Por otra parte, China no está sometida a perspectivas electorales, y la población apoya la firmeza de sus dirigentes en este asunto. La situación es diferente para Donald Trump, que prepara una reelección, y para la cual un acuerdo con China sería una baza importante.


Por lo tanto, más que una ruptura unilateral de las negociaciones o una escalada de represalias, el riesgo principal es el estancamiento. Y a pesar de que los inversores consideraban que era muy probable que se llegara a un acuerdo, esto supone un regreso de la incertidumbre.

 

China

Tras dos meses de estabilización y una ligera recuperación, las cifras chinas correspondientes al mes de abril han vuelto a decepcionar. Las ventas minoristas se ralentizan, mostrando una progresión interanual del 7,2%, frente al 8,7% en marzo. La producción industrial se frena más aún, con un crecimiento del 5,4% a lo largo de un año (8,5% en marzo). Y la inversión de las empresas también ha sorprendido a la baja.

 

Reino Unido

Tras casi un mes y medio de conversaciones, el partido laborista británico ha admitido el fracaso de las negociaciones con el gobierno conservador de Theresa May, con objeto de adoptar una posición común sobre el Brexit. El líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, ha justificado esta opción por la decisión tomada el jueves por Theresa May de organizar a principios de junio la elección del nuevo líder del partido conservador. El Sr. Corbyn ha considerado que esto hace que el gobierno sea «más inestable aún y socave su autoridad», dado que -según él- la Sra. May ya no se encuentra «en situación de llegar a una solución de compromiso».

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América del Norte

La selección de valores de la semana: COMPASS

- La actualidad. El líder mundial de la restauración colectiva bajo contrato ha publicado buenos resultados correspondientes al primer semestre de su ejercicio, sobre todo gracias a una dinámica que sigue siendo excelente en Norteamérica.
- Análisis de la gestora La Financière de l'Echiquier. El crecimiento del volumen de negocios resulta ligeramente superior a las previsiones, en el +6,6% de forma orgánica. América del Norte, que representa el 60% de su EBIT, sigue siendo un gran motivo de satisfacción, con un crecimiento del volumen de negocios del +7,9%, dinamizado por los ingresos de nuevos contratos y, en menor medida, por el crecimiento externo. Los márgenes son estables gracias a unas medidas de productividad y de fijación de los precios (pricing) que permiten compensar la inflación. En Europa -con un crecimiento de las ventas del +5,5%- el rendimiento es muy satisfactorio en el Reino Unido, gracias a la firma de un gran contrato en el sector de la defensa. La Europa continental progresa con menor rapidez, con zonas de debilidad (como Francia, con el movimiento de los chalecos amarillos, por ejemplo), pero las tasas de retención están al alza. En cambio, los márgenes están a la baja, afectados por la potenciación de los nuevos contratos. Sin embargo, deberían mejorar en el segundo semestre, aunque permanezcan en ligero descenso a lo largo del año. El margen permanece estable en el conjunto del grupo, en el 7,5%, lo cual demuestra la capacidad de COMPASS para mantener sus precios y sus costes. Las perspectivas de crecimiento de las ventas en 2019 se han recuperado ligeramente, por encima de las expectativas del consenso, y el discurso que acompaña a los resultados resulta ser muy positivo sobre las tendencias fundamentales de la industria.
- Conclusión de la gestora La Financière de l'Echiquier. Teniendo en cuenta su perfil de "crecimiento visible", la valorización de COMPASS, en 21 veces los beneficios a 12 meses, resulta ser totalmente razonable. El título -defensivo por excelencia-, está en alza moderada desde el comienzo del año. Se considera entonces que debería obtener una rentabilidad superior al resto de nuestro universo en las próximas semanas.