Este reportaje fue publicado íntegramente en el número de diciembre de la revista de Estrategias de Inversión

 

 

 

 

Coinciden. En 2019 probablemente se llegue al máximo en el ciclo  y,  aunque es muy difícil acertar con el momento preciso, los expertos en mercados empiezan a contemplar la necesidad de un cambio estratégico defensivo.  Ya no vale todo. La época de vacas gordas de la inversión pasiva cambiará de tercio y ahora interesan países, acciones y bonos que tengan su propio ciclo o carácter idiosincrático.

 

Renta variable: ¿Adiós Facebook, hola BBVA?

La mayoría de expertos consultados apuestan por una estrategia de inversión amparada por importantes descuentos fundamentales. En este sentido,  algunos activos europeos se llevan la palma. Según Antoni Bellfill, gestor de patrimonios de GVC Gaesco, esta estrategia tendría que centrarse en aquellos sectores que acumulan activos con un valor más elevado, como el bancario o la automoción. Compañías como BBVA, Santander, BMW o Daimler podrían ser un claro exponente de dicha estrategia.

En la misma línea parecen dirigirse los analistas de Alphavalue, que añaden además que la crisis de gobernanza de Nissan ha abierto nuevas oportunidades para los grupos tecnológicos, los principales conglomerados industriales chinos, así como los grupos automovilísticos occidentales que contemplan nuevas consolidaciones.

“El mensaje que se puede sacar es que la industria ha estado operando a un PER muy bajo, pero puede embarcarse en una ola especulativa sobre quién posee qué. El control de Nissan y su ventaja en coches eléctricos es demasiado bueno como para perdérselo”, concluyen. Una visión que se complementaría con la apuesta en renta variable nipona de BNY Mellon, en la que su director general para Iberia y Latinoamérica, Sasha Evers, ve “una oportunidad única” de saldos en un entorno de mejora.

En cuanto a la banca europea, aumenta la creencia de que después del descuento llega la calma y las acciones podrían recuperar su valor, maltratado en bolsa durante el 2018 por el “ruido del mercado” generado en torno a la incertidumbre en emergentes y la desmesurada probabilidad otorgada por los inversores de un ‘Italexit’ en ciernes.

Tomando como referencia las estimaciones de beneficio por acción (PBA) del consenso de analistas de Bloomberg, en lo que va de año la brecha es del 17% para el sector.  Y si hay que quedarse con uno,  quienes más han sufrido la ‘injusticia’ de los inversores han sido los títulos de BBVA. En su caso este diferencial ahonda hasta el 27%, tras dejarse en el acumulado del año un 28%. De esta manera, con un comportamiento inferior al conjunto del sector de casi un -10% y del mercado de un -19%, el valor se perfila como uno de los favoritos, tras surfear su gran exposición a los mercados emergentes en los que, fundamentalmente, México y Turquía, le han pasado factura.

La perspectiva del arranque de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo para la segunda mitad de 2019, un saneado balance y unos riesgos acotados serían el impulso necesario para el sector bancario europeo, en el que con un 40% de peso en el Ibex 35 cobraría sentido la afirmación del Economista Jefe de Arcano Partners, Ignacio de la Torre, de “Europa no me preocupa mucho. Mi favorita es España”, que efectuó durante la presentación de su visión del ‘Mundo en 2019’, el pasado mes de noviembre.

Según esta premisa ¿qué es entonces lo que estamos abocados a olvidar en los meses que vienen? Si no somos amantes de las emociones dramáticamente fuertes, aunque a muchos les pese la nostalgia, para el director de Dif Broker,Luis Lorenzo, hay que decir hasta luego al supervitaminado Nasdaq: “el aviso de octubre del tecnológico alerta del encarecimiento y enorme riesgo de una retirada desordenada que acabaría en una abrupta caída”, afirman.

Una reflexión: el Nasdaq Composite subió hasta este mes de agosto casi un 486% en diez años. Pero desde el pasado17 de octubre las caídas se acumulan ¿Terminará el súper toro de Wall Street cerrando 2018 como una vaquilla?

 

Renta fija

Complicado. Para más de uno el lugar a evitar. Los expertos coinciden en señalar que es muy difícil en estos momentos exponer una estrategia basada en activos de renta fija apta para la mayoría de inversores, ante la falta de alternativas de inversión que presenten retornos interesantes. “Para obtener un mínimo retorno en activos de calidad, actualmente es necesario exponerse al tramo más largo de la curva –señala Bellfill- lo que en un entorno de regularización de tipos más o menos lejano, no deja de ser muy arriesgado”, ya que si se recorta la duración, “inevitablemente hay que renunciar a la calidad”.

En un escenario en el que, a priori, las subidas de tipos de interés en Europa arrancarán en el segundo semestre del 2019, desde Selfbank la analista Victoria Torre apuesta por buscar el refugio de los “fondos de inversión muy flexibles con estrategias que se puedan ir adaptando, como el Capital Group Global High Income Opportunities, el Legg Mason Brandywine Global Income Optimiser, el EdR Bond Allocation, el Schroder Strategic Credit…”.  Mientras persistan los niveles de tipos actuales, la deuda gobierno investment grade no parece muy atractiva y predice un comportamiento similar en 2019 al de este año.

Otra reflexión. Según resalta Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, “el 2018 es de los peores años para los bonos de los últimos 30. Una cartera 25% acciones y 75% bonos ha llegado a generar este año rentabilidad negativa, lo que solo ha ocurrido en 1987, 1994 y 2008”. Para 2018 el mayor consenso era Europa y mercados emergentes, pero hay que tener cuidado cuando hay demasiada avenencia y este año la ha habido respecto a un dólar alcista y bonos del Tesoro de EEUU a la baja. 

 

El oro ya no será el negro

Preguntados directamente sobre las estrategias de inversión que valoran para 2019, ninguno de los expertos ha mencionado el petróleo, a pesar de ser las materias primas las que se perfilan como las triunfadoras el año que viene.

No es de extrañar que, tras venir de precios del entorno de los 100 dólares en el 2014, el barril de Brent no supere estos días los 55 $. Hay pronósticos, como el del economista jefe de Arcano que auguran que podría llegar a los 50 $ a finales de 2019, envuelto en una guerra de poder entre los productores.

No se pierden de vista los precios de las materias primas minerales, que han sufrido nuevas caídas en los mercados, lastrados por la debilidad que está mostrando la demanda china y que podría lastrar el comportamiento de los valores ligados a estos productos. “Si quieren ver cómo va China –afirma Ignacio de la Torre- miren cómo va el cobre, que acumula una caída superior al 20%”.

Cuando hay que hablar de materias primas en 2019, los expertos lo tienen más claro que en otros mercados: el oroy la plata. Según el gestor de patrimonios de GVC Gaesco, el metal precioso podría ser una de las principales opciones para los que puedan tener un cierto nivel de incertidumbre, ya que ha demostrado su capacidad de generar seguridad tanto en escenarios claramente bajistas como en escenarios de fuertes tensiones inflacionistas.

“La estrategia es clara -sentencia Luis Lorenzo-. Ante un escenario más receptivo de lo esperado debería de ser el activo refugio que funcionara y compensara nuestra cartera“.

Así las cosas, todo apunta a que en el 2019, el rey del activo refugio podría recuperar el trono.

Acompañado por su consorte. Of course.