Unas perspectivas de inflación mejores de lo esperado, unos mercados tranquilos y a unos máximos en Wall Street han hecho temblar a  los inversores. ¿El motivo de ello? Grandes caídas en las bolsas durante los últimos días y a un aumento de la volatilidad.

Esto último llevó a los principales índices de Estados Unidos a perder aproximadamente un 10% en cinco días, y es que, el VIX (índice que mide la volatilidad) se disparó un 150%  después de haber estado en mínimos históricos.

 

Fuente: Reuters

No obstante, esto último no es visto como un factor preocupante por expertos, sino como un elemento más de la recuperación económica.

Para Fitch, “un repunte más fuerte de lo esperado en la economía implica un mayor cambio en el equilibrio de los riesgos de inflación, con implicaciones en la política monetaria. Esto ha provocado el aumento de los rendimientos de los bonos globales y la volatilidad en el mercado de acciones. Vemos esto como una corrección de una visión demasiado optimista sobre las perspectivas de los tipos de interés en EEUU", ha indicado la agencia de calificación en un informe.

Esta opinión es compartida también por Enrique Castellanos, responsable de formación en Bolsas y Mercados Españoles quien afirma a Estrategias de Inversión que la volatilidad es algo inherente a la actividad de la bolsa. Aclara que la situación de los últimos días ha sido brusca, “pero es algo normal”.

Qué evitar en momentos de volatilidad…

Algunos inversores, por el contrario, no les gustan esta agitación de los mercados y en vez de mantener la calma con sus acciones -y en sus carteras- al aparecer la volatilidad, se han dejado llevar por el pánico, lo que ha provocado que estén deshaciendo posiciones y vendiendo algunas de sus acciones.

El problema de sentir miedo y vender es que muchos de ellos no estarán presentes en los rebotes que siguen a las caídas.

… y cómo aprovecharse de ella

Pero las correcciones en los mercados no sólo provocan el miedo en los inversores. También son capaces de brindarles grandes oportunidades de compra y de revalorizar los títulos que se posean en cartera.

Es por ello que, otros gestores o inversores buscan sacar rentabilidad de unos mercados volátiles basando su estrategia a medio plazo y haciéndose con valores de calidad. Esto supone integrar en su cartera aquellos títulos que se encontraban más caros y se han posicionado con precios más atractivos.

Además de estas dos posturas, también existen aquellos inversores dispuestos a asumir mucho riesgo, los cuales están intentando comprar aquellos valores que más rebote van a sufrir

 

 

No obstante, las anteriores estrategias y la gestión de una cartera dependerán de del perfil de riesgo del inversor, necesidades, liquidez y fiscalidad.

Carlos Robles, profesor del máster práctico de inversión y trading online de Estrategias de Inversión explica que “los inversores más arriesgados por lo general buscaran inversiones con mayor duración, toleraran mejor mayores niveles de riesgo de crédito, o lo que es lo mismo menores niveles de rating y la liquidez no será un factor demasiado relevante para ellos, mientras que un inversor con una gran aversión al riesgo, buscara inversiones cortitas de gran liquidez y buen rating, sería el típico cliente de fondo monetario”

En cualquiera de los escenarios, ante este tipo de situaciones lo primordial es mantener la calma y no precipitarse. Y es que, algo de razón no le falta a Warren Buffett cuando dice que “a menos que puedas ver cómo tus inversiones en acciones pierden un 50% sin caer en el pánico, no deberías invertir en bolsa”.