Así pues, el análisis fundamental analiza los datos macro y el impacto que pueden tener en la oferta y la demanda de las divisas. Por tanto, el mercado de divisas es el más líquido del mundo, cada día se mueven 4 trillones en el forres en todo el mundo. Además, el mercado está abierto prácticamente las 24 horas del día, sólo cierra 5 minutos, por lo que se puede comprar y vender el activo continuamente con un precio estandarizado.

La variable que mayor impacto tiene en el mercado de divisas es el PIB, puesto que es un compendio de muchas otras variables (crecimiento, inflación, empleo…). Otros datos macro que también influyen son los de producción industrial, de manufacturas, empleo y desempleo.


A veces la influencia de estos datos viene ya descontada por los movimientos de divisas
. Por ejemplo, la reciente bajada de tipos en Europa, la cual el euro-dólar lo descontaba. Con la salida del dato no pasó nada, porque el dato es frío. Fue tres cuartos de hora después, cuando Draghi explicó esta decisión, cuando el euro-dólar cayó del 1,3250 a 1,3050. Además, el que el presidente del BCE dijera que la decisión no se había tomado por unanimidad y que se podrían poner en marcha otras medidas, sin precisar cuáles, hizo que el mercado lo interpretara como un síntoma de debilidad y el euro cayera.

Pero la influencia del dato es temporal. Cuando el dato sale, ya está descontado en el precio. Cuando se conoce el dato, el activo empieza a dibujar figuras técnicas en el gráfico y así los analistas vemos por dónde va a ir la tendencia. No obstante, los impactos se pueden aprovechar para entrar y salir del mercado obteniendo interesantes rentabilidades, compatibles con las inversiones radicionales –comprar y mantener o protegerse-.

Para las economías europeas les sería más beneficioso tener un euro más barato. Draghi dijo que el euro debería estar en 1,26 dólares. Si aplicamos la teoría del PPA (poder adquisitivo) deberíamos ver al euro-dólar cotizando en 1,16, incluso, descontando la última bajada de tipos, en 1,15-1,14 dólares.

En Europa estamos sufriendo un síndrome de apreciación del euro por depreciación de otras divisas. Algunos bancos centrales están depreciando su moneda para evitar entrar en recesión.

Cuando hay algo novedoso en el mercado tiene mayor impacto en las divisas pero, una vez pasado el primer hecho, tiene menos impacto. Esto es lo que ha pasado con los Quantitative Easing en EEUU.