El experto recomienda que “los inversores inviertan en su propia divisa. Para invertir en otras divisas, o se tiene una apuesta muy clara, o es muy complicado acertar porque hay una desaceleración de la economía en EE.UU., pero en Europa la cosa tampoco está bien y hay países con problemas que no van a solucionarlos de la noche a la mañana”.


Si bien, De Molina no descarta la inversión en fondos de renta fija emergente en divisa local, “hay que ser muy selectivos”. Por ejemplo, comenta que “ofrecen fondos de este tipo
Aviva, ING, BNY Mellon, Pictet o Western Asset”.

Las mayores captaciones de patrimonio en fondos de inversión en mayo se canalizaron hacia la renta fija euro MBS (180,7%) y renta fija euro high yield (74,22%). Estos activos “siendo selectivos, ofrecen revaloraciones, tanto por precio, como por los cupones”. Además, “la inversión en estos activos viene fundamentada por la búsqueda de oportunidades en activos de riesgo por el exceso de liquidez por el QE II”

“En los próximos meses va a haber oportunidades en los mercados de renta variable y crédito, especialmente en la parte más arriesgada”, avisa el experto de Tressis SV. Pero, “tenemos que cambiar con la volatilidad, pues va a seguir habiendo noticias de situación complicada en determinados países de Europa y desaceleración de la economía, y esto va a aumentar la volatilidad, por lo que hay que buscar activos flexibles para adaptarse a cualquier evento que afecte a le evolución normal de los mercados”.

Ante un posible desplome del mercado, De Molina recomienda “determinadas estrategias de retorno absoluto y gestión alternativa que se pueden aprovechar de caídas de Bolsa y ampliación de Spreads de crédito mediante estrategias no direccionales, de arbitraje y tomando posiciones cortas en bonos, comprando instrumentos derivados y realizando coberturas”.