Cuando hace años decidí ser Trader, me planteé de qué manera podía afrontar mi reto bursátil y qué cualidades eran necesarias para desarrollar mi carrera de la mejor manera posible y de la forma más profesional. En aquel entonces pensaba que la aventura bursátil requería un aprendizaje financiero de muchísima calidad, para comprender las principales herramientas de análisis que me permitieran entender sucesos, mediante los cuales pudiera predecir en base a diferentes hipótesis, el comportamiento futuro de los precios, que tanto me obsesionaban.

A lo largo de mi carrera profesional, he tenido la oportunidad y el placer de compartir experiencia con analistas y gestores muy reputados de los que he aprovechado la oportunidad de aprender ¡y mucho! Sin embargo, con el tiempo también he aprendido que los grandes operadores del mercado, tenían una cualidad bastante homogénea, que les diferencia siempre del resto; la capacidad de convertir la operativa bursátil en estrategia operativa, más que en predicción. El mercado es psicología en un 60%, así lo interpretamos en Blackbird y así lo enseñamos diariamente. El análisis es una parte importante, por supuesto, pero siempre que evitemos caer en la tentación de modificar el planteamiento operativo, en la tan perseguida predicción de los precios.


La evidencia y el sentido común, son rasgos emocionales clave para tener éxito en el mercado, puesto que la falta de decisión y la negación de cohabitar con la incertidumbre, nos hacen renegar de las conclusiones divergentes, que a veces nos ofrecen los mercados, con el único propósito de demostrar, ¡que sabemos más que el resto! Pero en el Trading, la única verdad que existe es la verdad de los resultados, y lo cierto es que por más que pretendamos saber la verdad, ¡siempre hay un margen de error!

En Blackbird, hemos analizado las cotizaciones de los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos, para comprender si la tendencia es bajista o es alcista.

Probablemente se asombren de mis dudas, pero más allá de un nuevo máximo en el Dow Jones, trato de comprender si el conjunto del mercado acompaña al índice o no. Este concepto, lo definió Charles Dow, refiriéndose a él como mi querida; amplitud de mercado. La amplitud de mercado confirma movimientos en el precio y más allá de arriesgar mi capital con base a una cotización o tratar de saber si mañana subirá o no dicha cotización, trato de comprender la estructura del precio, para marcar una idea operativa.

alcistas bajistas


Actualmente, a nivel técnico el Dow Jones está en tendencia alcista, marcando nuevos máximos. Sin embargo, la distribución sectorial se compone de un 15% de compañías en tendencia bajista, un 44% de compañías en fase técnica de techo y un 41% de compañías alcistas. Como ven, la mayor parte de compañías del Dow Jones cotiza en fase de distribución y algunas de ellas; ¡en fase bajista! Este entorno, me explica que el mercado tiene dudas y eso es lo único que necesito saber. Un mercado haciendo nuevos máximos, acompañado de un 80% de los valores, me indicaría comprar en Break Out. Pero la falta de confirmación de la mayor parte de grandes compañías de América, me invita a plantearme ideas a la contra; bajistas de Trading direccional en subidas o ideas alcistas de Swing Trading en las caídas. Por lo tanto, trataré de aprovechar el entorno actual del mercado, para buscar una idea bajista a largo plazo, del 15% de compañías bajistas, que a la postre son las más débiles. ¿Comprar? Probablemente lo planteemos en el 41% de acciones alcistas, en el momento que el mercado esté en fase correctiva. Todo lo demás, ¡es marginal! Predicciones y conclusiones incluídas, por más argumentadas que aparentemente estén.

eurostoxx


Toda esta argumentación forma parte de un planteamiento que hemos desarrollado en un año absolutamente complejo. Las hipótesis y predicciones quedarán escritas, pero la realidad depende de una decisión que todos estamos esperando; ¡la de Mario Draghi! El próximo jueves, Draghi tiene nuevamente la palabra y cualquier decisión que sea menor de lo esperado podría desencadenar una oleada de ventas que provocaría el éxtasis de los analistas más pesimistas. Sin embargo, una decisión más permisiva de lo que espera el mercado, provocaría un incremento de notoriedad de los analistas más alcistas. Pero más allá de las predicciones, entiendo que lo sensato es asumir que el mercado siempre tiene una doble vertiente y que tras el dato del PIB, que hemos conocido esta semana en USA, la contracción del dato, que no implica necesariamente recesión, ¡es muy mala noticia! Por lo tanto, tras muchas semanas de espera, el mercado se enfrenta a sus miedos y los analistas a su tan preciado ego, ¿quién tendrá la razón? ¡No importa! la única razón subyace en el mercado y la única decisión implica hacer lo que corresponde en cada circunstancia. Hoy el mercado marca máximos, pero en mi cabeza sólo existe una realidad; máximos confirmados por el 41% de las compañías del Dow Jones, ¡no necesito saber nada más! buscaré cortos en debilidad, de las compañías biotecnológicas de Estados Unidos, sabiendo que mi único error no partirá de que la cotización suba o baje, sino de la capacidad que tenga de liquidar las pérdidas o de maximizar las ganancias, puesto que como dice Soros en una frase que repetiré hasta la saciedad; ¡No importa acertar o fallar, lo que verdaderamente nos importa a los Traders, es lo que ganamos cuando acertamos y lo que perdemos cuando fallamos!