Las cifras de inversión necesaria para combatir el cambio climático es abultada. La transición a una economía sostenible debería generar inversiones en energías limpias en tono 2 billones de dólares anuales en los próximos diez años. Con todo el papel de gobiernos e inversores tiene una importancia crucial. Una temática que tiene demanda, especialmente de la generación de los millenial, y que afectará a aquellos sectores que tienen un mayor uso de carbón o los que más gases de efecto invernadero generan y ahí sectores como el trasnsporte, energía, agricultura, sector del automóvil… Pero desde Schroders creen que incluso en los sectores más afectados hay compañías que se están adaptando al cambio climático y muchas veces son parte de la solución.
Compañías que no son exclusivas del sector energético sino que a través del fondo Schroder ISF global Climate Change buscan exposición a compañías que saldrán beneficiadas del cambio climático. Amazon o Alphabet son dos compañías que cumplen con los criterios mencionados y son ejemplos de cómo una sociedad que no está directamente beneficiada del cambio climático puede beneficiarse del mismo.
Desde el punto de vista inversor, estas compañías se beneficiarán de un crecimiento estructural que quizás el mercado no está teniendo en cuenta pues el mercado es bueno en agregar factores de corto plazo pero en temas más disruptivos sin algo claro que descontar a largo plazo quizás no son tan buenos, se crean ineficiencias que se pueden aprovechar en este fondo que ha generado rentabilidades anualizadas del 4% y con potencial para seguir creciendo.