Desde muy joven, me ha fascinado la capacidad que tiene la economía de hacerme reflexionar. Siempre mantengo que aquellos que vivimos el mercado, sentimos una incertidumbre constante que nos lleva a querer batirlo a diario, para conseguir la tan deseada consistencia. Para ello, como citaba anteriormente, aprendí con los años que la capacidad de reflexionar de los sucesos macroeconómicos y relacionarlos es fundamental para desarrollar nuestras estrategias operativas.


Como Trader mi objetivo es saber en cada momento hacia dónde voy, bajo un estricto plan detallado de los pasos que daré y dónde me detendré. Cuestionarnos los hechos no es suficiente, hay que acatarlos y actuar en consecuencia. Admirada sentencia nos regaló Charles Darwin, quien afirmaba que sobreviven sólo los que se adaptan mejor al cambio. Y la supervivencia es poco ambiciosa para mi operativa.

Durante las últimas semanas he estado especialmente atenta al discurso del señor Draghi, quien ha confirmado la compra de activos en octubre. Considero que dicha compra de activos es un hecho y la rebaja de tipos no es más que una anécdota, que sirve de excusa para que nuestro querido mercado arranque. ¡Atentos! porque las tornas han cambiado, y ahora vamos a estar ante unas bolsas europeas en fase monetaria expansiva, cohabitando con un mercado americano retirando dinero. ¿Qué les parece? Dicha inverosímil situación, es extremadamente significativa, puesto que podremos vivir “in situ” la verdadera importancia que tiene el dinero en las bolsas, la cual yo desde hace años tengo más que clara. En el mercado como en la vida, hay momentos que exigen absoluta determinación y siempre he mantenido que ser fieles a aquello en lo que hemos creído nos ayuda a mantener nuestra exposición en el mercado, a pesar de los riesgos que hemos experimentado este verano.

La macroeconomía no es ni una ciencia exacta ni un ejercicio predictivo, simplemente una evaluación del hecho, un diagnóstico con soluciones que parten de la base del éxito y de la incertidumbre del fracaso. En sus años de mandato, Mario Draghi ha dado una lección de liderazgo y Alemania de hipocresía, que como he mantenido en repetidas ocasiones, ha durado lo mismo que ha durado el crecimiento del PIB. Parece que no nos equivocábamos aquellos que creíamos que ampararse en la inflación no era un error sino una excusa. Ayer el BCE tomó una decisión que debería haberse tomado en 2.011 y el coste de no hacerlo, lo veremos a partir de ahora, puesto que como decía Kierkegaard, la economía no es un problema que debe ser resuelto, más bien es una realidad que debe ser experimentada, todos formamos parte de una sociedad que traza su camino y cada decisión es una bifurcación que nos lleva a un nuevo destino. Ahí radica la importancia del papel de nuestros líderes puesto que nuestro futuro está en sus manos. Así pues, aplaudo la solución de Draghi ya que aunque tardía, animará seguramente a la economía real, pero sin olvidar como decía, que la solución ha llegado de manera lenta y tarde en mi opinión.

Centrándonos en el mercado y atendiendo a lo que nos ha brindado agosto, obtenemos un poco más de lo mismo; volatilidad extrema y una corrección que nos hizo extremar la cautela en nuestra cartera, puesto que como ya saben, un Trader debe estar siempre pendiente del mercado, jamás podemos desconectar absolutamente, de ahí que lo defendamos como un “modus vivendi”. Finalmente, hemos observado una corrección mayor, en torno a un 11%, que ha permitido nuestro selectivo coger aire nuevo con una rotación sectorial muy interesante en mi humilde opinión. ¿Operativamente? Reducimos bancos, liquidamos cíclicas y Telecos, y compramos energía. El IBEX 35 invita a comprar momento y las eléctricas, lideradas por una Abengoa que se ha propuesto relevar a Gamesa, están dando mucho valor al índice español. Si repasamos el mercado y nos centramos en aquellos valores más interesantes de aquí a final de año, en mi opinión el otoño debería arrancar con una cartera llena de eléctricas en las que Red Eléctrica y Enagás darían consistencia, Iberdrola y Gas Natural beta y Abengoa alpha. Los conceptos académicos son simples, pero siempre los debemos tener en cuenta, puesto que evidentemente de poco sirve acertar mucho si nos equivocamos en la última decisión y es que el mercado nos exige tanto, que todo lo hecho no sirve de nada en cada nuevo comienzo, puesto que cada operación implica la posibilidad de perderlo todo.

Siempre he pensado que la diversificación protege al inversor de su propia estupidez, pero eso no quiere decir que una cartera no pueda estar concentrada siendo a la vez arriesgada. Cuando hablo de beta me refiero a seguir el índice y cuando me refiero a alpha; ¡a superarlo! Esta es una de esas reflexiones que expongo de vez en cuando, y es que como decía al inicio de mi artículo, el verano invita a la reflexión y dicha reflexión invita a plantear nuevas ideas operativas. No debemos olvidar que el índice es una media y que la posibilidad de hacerlo mejor que la media implica mucha pericia. La habilidad de seleccionar valores es clave, pero luego debemos mantener la calma con el único propósito de dejar correr las ganancias y dominar la presión que a veces nos hace abdicar del mercado justo antes de que el mismo rebote en dirección al máximo anterior. En este sentido, si entendemos el índice como una media, tener valores que lo hagan mejor que él nos permiten tener un peso importante en fuerza relativa positiva, con la idea de comprar aquellos valores que el mercado quiere, luego que se comportan mejor. Si logramos comprar los mejores valores en cada momento, probablemente no tengamos malos resultados. Si nos hacemos con los peores valores del selectivo bajo el pretexto de que están rezagados, probablemente entremos en el mercado con el paso cambiado y dando vueltas a una cartera, que puede que suba, pero no nos engañemos, cualquier resultado que sea peor que comprar 100% de índice a través de un ETF; ¡es para mi un mal resultado!


Abengoa B


Operativamente no todo termina con las eléctricas, tenemos otros valores con un buen comportamiento, como por ejemplo ACS. La compañía presidida por Florentino Pérez lo está haciendo muy bien y la decisión de Mario Draghi permite una reducción en la deuda financiera con entidades de crédito que puede venirle muy bien al BPA. Otras compañías que podrían hacerlo muy bien son los bancos españoles. Sabrán por el histórico de mis artículos que los bancos han sido nuestra gran apuesta durante los últimos meses, pero desde Blackbird hemos aprovechado la corrección veraniega para reducir un poco de peso vendiendo las acciones del Banco Popular. La bajada del precio del dinero así como la compra de deuda son una excelente noticia para los bancos españoles y en este caso, seguimos confiando en el conjunto sectorial, especialmente en Santander, Bankinter y Caixabank. Caixabank ha logrado al fin proponer a sus inversores un escenario técnico de subida libre, eso implica que tras varios meses compitiendo con el papel de la OPV de Criteria, Caixabank entra en fase desconocida con un potencial muy interesante lo que probablemente nos invite a tomar posiciones. Como argumento en el valor del día de esta semana


Gráfico Caixabank


En cuanto al lado negativo, evitaríamos compañías como Ebro Foods, Técnicas Reunidas, Amadeus, FCC, Grifols o Mapfre. Compañías que si bien es cierto que podrían subir al calor del mercado, probablemente lo seguirán haciendo peor que si compráramos un ETF referenciado al IBEX 35.

De este modo terminamos la semana, con el IBEX 35 en el borde de sus máximos anuales, ante unos 11.150 puntos que podrían ser la antesala de un nuevo escenario en el que sin apenas darnos cuenta nos planteemos los 12.200 puntos como objetivo palpable y real de los alcistas. Y este será mi propósito, seguir planteando ideas alcistas con una única propuesta en nuestro tema de Trading, ¡comprar bolsa española! Esta convicción que parte de la esencia de la decisión del BCE, podría servir a los alcistas para que poco a poco vayamos quemando etapas y empecemos a valorar que en el mercado solamente importa una cosa; ¡el precio! y eso es lo único que nos debe obsesionar.

Gisela Turazzini
Blackbird CEO