Las bolsa mundiales sufren semanas convulsas, pendientes de la evolución del coronavirus, registrándose descensos que no se veían desde la crisis financiera. ¿Lo peor para los mercados ya ha pasado o está por llegar?

No creemos que lo peor haya pasado, pero eso no quiere decir tampoco que vayan a venir noticias peores. Todavía estamos en un punto de bastante incertidumbre con respecto a la reacción por el coronavirus. Si nos atenemos a la reacción que ha habido en China, con más herramientas de control de la población y mucho mayores que las que tenemos en muchos países desarrollados, han tardado más o menos un mes en controlar el desarrollo de esta enfermedad. Este es el punto que tenemos que tener más o menos en cuenta. No queremos decir que de aquí a un mes vaya a haber muchas más recaídas sino que es ahí cuando podremos ver un algún tipo de "alegría". Pero también es verdad que los mercados han caído con mucha fuerza y encima hay una ayuda muy importante por parte de los bancos centrales que tarde o temprano se debería de ver reflejada en los mercados (como ocurrió el pasado viernes). 

Muchos son ya los organismos que han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía global debido a la propagación del coronavirus. ¿Qué estimaciones manejáis?

Todavía es pronto para hacer estimaciones, pero sí que es cierto que desde principios de año dijimos que lo que iba a marcar el impacto del coronavirus en el PIB mundial iba a ser la longitud de la enfermedad: cuanto más tiempo tarde en resolverse el impacto va a ser mayor. Y estamos viendo que está siendo largo y va a ser largo, por lo cual todas las estimaciones de crecimiento son a la baja. Las estimaciones de la OCDE de todos los organismos oficiales eran todavía en positivo el 2 de marzo, pero ya se empieza a oír que probablemente en el segundo trimestre se entre en recesión y de ahí veremos como se sigue reaccionando con el control de la enfermedad y el poder quitar la pausa a la economía que estamos viviendo. El principal problema es que estamos en pausa porque estamos confinados en nuestras casas y no podemos ni trabajar al 100% ni consumir con normalidad; en el momento en que estas restricciones se acaben debería reanimarse la economía y, si no tardamos mucho, la economía podría reanimarse de una forma fuerte e incluso en alguna cosas podría compensar. En este punto, hay que aclarar que cuando hablamos de recesión son dos trimestres de no crecimiento. La situación que estamos viviendo, de confinamiento, es muy extraña, con lo cual es un escenario nuevo al que debemos prestar muchísima atención.

La Reserva Federal ha lanzado el mayor paquete de estímulo monetario desde la crisis financiera de 2008, recortando tipos de interés hasta casi el 0% e inyectando liquidez de 700.000 millones de dólares. ¿Cómo valoráis la actuación del organismo?

Positivamente. Al final la economía está en pausa obligada por un tema de salud mundial. Para sostener la economía lo más importante es que las autoridades que nos obligan a no salir de casa nos compensen con un sostenimiento económico y financiero. Desde el lado de los bancos centrales, éstos lo están haciendo y están acostumbrados a ello porque han tenido que actuar con rapidez y contundencia desde la crisis de 2008; creemos que el hecho de financiar a tipos 0 los costes que tienen todas las empresas es una buena medida. También es una parte importante cómo reaccionen los gobiernos y el soporte fiscal que den, y lo están dando. En este sentido, y según nuestros cálculos, lo que ya hay anunciado encima de la mesa son 150 billions por parte de la Unión Europea, con lo cual vemos que está sostenido. Nuevamente la clave aquí va a ser lo que dure esto, porque las herramientas se van poniendo para ir ganando tiempo, pero a medida que el tiempo se alargue no sabemos hasta dónde y lo que durarán estas herramientas. Lo que esperamos es que esto se puede controlar de la mayor manera posible, y ahí tenemos que ayudar todos.

La semana pasada el BCE anunció compra de activos por 120.000 millones pero no bajó los tipos. ¿Ha decepcionado el organismo al mercado? ¿Qué más se puede hacer?

No vamos a negar que el mercado no reaccionó bien, pero tampoco vamos a negar que las herramientas que tiene el BCE en este caso eran menores que la que tenía la FED: la FED había subido tipos por lo que tenía herramientas para poder bajarlos, y en Europa no se habían subido por el crecimiento. Pero es verdad que, en comparación con la FED, el mercado esperaba un poco más, aunque no creo que sea un tema preocupante. Y por una sencilla razón: me imagino que estarán midiendo muy bien los tiempos por lo que he apuntado: no tenían una capacidad tan grande para bajar tipos como la FED porque antes no los habían podido subir. 

Con la actuación de los bancos centrales sube el interés de los bonos. ¿Hay oportunidades en renta fija?

Es verdad que un escenario de bajada de tipos es el ideal para la renta fija, sobre todo la americana que tenía unos tipos mucho más altos antes del coronavirus y es una oportunidad. Pero la renta fija la tenemos que tener siempre en las carteras. Lo que está llevando esta situación es a una ampliación de spreads y una corrección de precios, que habían corrido mucho en 2019. Esto puede llevar a oportunidades en emisiones y en diferentes tipos de activos de renta fija, con lo cual de manera muy selectiva, cuidadosa y tomando decisiones muy poco a poco (porque creemos que esto acaba de empezar) sí que creemos que estar en renta fija ahora mismo puede traer en el medio-largo plazo resultados positivas. En este sentido, me refiero a renta fija corporativa en general, no en gubernamental.

Y en renta variable, ¿dónde veis oportunidades?

Nuestras carteras siempre han estado construidas de manera muy conservadora. Veníamos apostando desde hace tiempo por consumo discrecional, consumo básico y sanidad, tres sectores en renta variable en los que siempre hemos invertido y mejor han funcionado. Ahora estamos también mirando empresas que pueden salir beneficiadas de todo esto como puede ser el consumo online o el juego online. Y el sector farma-salud también va a salir beneficiado; nosotros ya teníamos una apuesta fuerte por american healthcare. Lo que no teníamos era en temas de commodites y materia prima, con lo cual lo que es el impacto del petróleo no nos ha llegado,  como tampoco lo ha hecho el tema de los bancos, donde también estábamos infraponderados. La verdad es que nuestra filosofía en renta variable siempre nos ha funcionado bien: empresas de volatilidad baja, de alta calidad y que sean resistentes a turbulencias del mercado.

¿Qué recomendaciones hacéis a los inversores en momentos como éste?

Este tipo de momentos son muy radicales, tal y como estamos viendo en las caídas. Pero lo lógico es cuando se dan movimientos muy radicales en las caídas también se den en las subidas, tal y como ocurrió el pasado viernes con el SP500. Si nosotros hemos invertido de una manera consciente en los diferentes tipos de activos y éramos también conscientes de aguantar los tiempos más o menos recomendados para la renta fija y la renta variable, creemos que hay que actuar de la misma manera y mantener la cabeza fría, porque lo normal es que la recuperación se dé en V o, en el peor de los casos, en U, pero se acabará dando, porque esto no es no es un riesgo sistémico o que los bancos estén a punto de quebrar como ocurrió en el 2008. No nos encontramos ante un problema intrínseco o estructural muy fuerte, esto es un problema coyuntural debido a la pausa que nos hemos visto obligados a dar todos a la economía, con lo cual cuando se levante el botón de la pausa y se vuelva a poner en marcha la economía lo normal es que se recupere. Dependiendo de como esté tocado el crecimiento mundial se podrá recuperar de manera más pronunciada o menos, pero lo normal es que haya una recuperación, y si ahora mismo salimos por pánico del mercado lo normal es que acabemos perdiéndonos ese rebote, porque va a ser imposible de preverlo en el mercado.